Con estas nuevas tarjetas se castigará con una expulsión de diez minutos a los jugadores que cometan faltas tácticas o protesten las decisiones del árbitro. Este nuevo protocolo restringirá las tarjetas azules a las faltas que corten "ataques prometedores" o a las protestas de los futbolistas. Además, un jugador será expulsado del partido si recibe dos tarjetas azules, o una azul y una amarilla (y viceversa).
"No sé si estamos preparados para esto. Ya tenemos muchas cosas a la vez con las decisiones, con la tecnología... No sé si estamos listos para eso aún. Espero que lo prueben mucho antes de introducirlo a este nivel", dijo este viernes en rueda de prensa Arteta.
El español fue en la misma línea que el argentino Mauricio Pochettino, del Chelsea, que apuntó que no es "una buena idea", y del alemán Jürgen Klopp, que manifestó que no es una "fantástica idea" y que la International Board (IFAB) rara vez tiene una buena idea.
El que se ha mantenido al margen ha sido Pep Guardiola, que afirmó que hasta que no sea oficial no dará su opinión.
Esta medida supondrá la primera vez que se introduce una nueva tarjeta disciplinaria desde la llegada de los cartones amarillo y rojo en el Mundial de 1970.