"Personalmente, a mí no me gusta encontrarme al Atlético de Madrid y creo que el mismo pensamiento debe tener el Atlético. Somos dos equipos muy fuertes y enfrentarnos puede ser complicado", respondió Ancelotti cuando fue interrogado por los tres derbis que disputarán en 25 días, pues volverán a verse las caras en los octavos de final de la Copa del Rey y después en LaLiga.
Al de la Supercopa, el preparador italiano cree que su equipo "llega bien, con ganas e ilusión" y que además ha "recuperado jugadores" importantes como Eduardo Camavinga y Aurélien Tchouaméni.
Por eso, tras deshacerse en elogios hacia Fede Valverde -"es un medio completo que puede jugar a fútbol de muchas maneras y que no se encuentra en el mercado"-, dejó entrever que el uruguayo no tendrá continuidad en el doble pivote junto a Toni Kross.
"Se puede romper esa pareja, porque vuelven Camavinga y Tchouaméni, y entonces tengo muchas más opciones en el centro del campo que anteriores partidos", argumentó Ancelotti, que no quiso avanzar si será Lulin o Kepa quien defenderá la portería mañana.
El que tiene garantizada la titularidad es el central Antonio Rüdiger, al que alabó como líder de una línea defensiva que, al contrario que en la medular, no va sobrada de efectivos.
"Rüdiger es un defensa muy completo: muy fuerte de cabeza, obviamente con experiencia, porque también ha jugado en Inglaterra e Italia, con muy buen conocimiento del posicionamiento a nivel defensivo. Tiene carácter y personalidad, pero su mejor cualidad es que es pesimista, piensa siempre que algo malo puede pasar, y entonces está muy focalizado en el partido", destacó el técnico del conjunto blanco.
Y es que Ancelotti sabe que, para vencer al Atlético, el único equipo que le ha ganado esta temporada (3-1 en LaLiga), necesitará que sus mejores futbolistas mantengan el nivel de las últimas semanas.
"El Atlético nos ha hecho daño en el único partido que hemos jugado. Es un equipo que lucha y que tiene calidad y va a ser un partido competido e igualado", subrayo el entrenador transalpino, que vivirá su enésimo duelo en los banquillos con Diego Simeone, al que viene midiéndose desde 1991, cuando ambos aún eran jugadores.
"Simeone es el perfil ideal para entrenar al Atlético de Madrid, porque si no lo fuera, no se hubiera quedado tanto tiempo. Nos hemos enfrentado muchas veces, nos respetamos y nos conocemos bien, porque además somos vecinos", resumió.