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Si a nivel de selecciones la ‘Albiceleste’ puso fin en diciembre de 2022 y en el país vecino de Arabia Saudita -donde se disputa el Mundial de Clubes- a una sequía de 20 años (desde Brasil en 2002) sin un representante de la Conmebol como campeón del mundo, ahora Fluminense brasileño está a un paso de emular la gesta a nivel de clubes si derrota el viernes al Campeón de la Liga de Campeones de la poderosa UEFA, Manchester City.
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Pero si en los 20 años de dominio europeo en las Copas del Mundo de Alemania 2006, Sudáfrica 2010, Brasil 2014 y Rusia 2018, estas tenían una periodicidad cuatrienal, la competición homóloga a nivel de clubes se disputa -hasta 2023- con carácter anual, por lo que son ya diez ediciones seguidas sin victoria no europea, de las que sólo en cinco el subcampeón fue de América del Sur.
Parcial de 10-0
Fluminense puede ahora tomar el testigo del Corinthians, que en 2012 derrotó 1-0 a otro equipo inglés, el Chelsea, con un gol del peruano Paolo Guerrero.
Con aquel título del ‘Coringao’, los equipos de la Conmebol se colocaban con un trofeo por debajo (4-5) en el palmarés de un torneo que vino a sustituir desde el año 2000, y tras un paréntesis de 4 años, hasta 2005, a la Copa Intercontinental que disputaban el campeón de la Libertadores y el de la Copa de Europa, en la que la ventaja fue de 22 títulos a 21 para Sudamérica.
Pero el parcial de diez títulos para los europeos y ninguno para los sudamericanos desde entonces ha abierto la brecha hasta el punto de que una victoria el viernes de Fluminense resultará anecdótica en términos de equilibrar la balanza, y ha planteado el debate sobre la abrumadora superioridad económica de los clubes europeos, que se hacen con cada vez más -y más pronto- jugadores que destacan en el resto del mundo.
“Los equipos europeos, de manera general, se acaban llevando de forma cada vez más precoz los jugadores que destacan de Brasil, de Argentina, de Uruguay... y también los que consideran los mejores entrenadores. Cuando esto sucede durante mucho tiempo termina creando un desnivel (...) Lo que lo explica el desnivel financiero” , razonaba esta semana desde Yeda el técnico del ‘Flu’, Fernando Diniz.
Pero la brecha parece aún más grande si se compara a los equipos de las grandes ligas europeas con los asiáticos, africanos, centro y norteamericanos u oceánicos, que nunca han conquistado el Mundial, ni de selecciones ni de clubes.
Finales anglo-brasileñas
“Muchos de nuestros jugadores saben ahora cuál es la diferencia de nivel entre un equipo de la Premier League y nuestro equipo” , ilustraba el técnico polaco del Urawa Red Maciej Skorza tras caer 3-0 el martes contra los ‘Citizens’ en semifinales.
Precisamente las finales del Mundial de Clubes entre un equipo brasileño y otro de la Premier League inglesa son las que más se han repetido en las 20 ediciones de una competición que a partir de 2025 se disputará cada cuatro años y con 32 equipos.
Los equipos brasileños campeones suman cuatro títulos, uno más que los ingleses, pero el ganador del viernes romperá el equilibrio en los duelos directo anglo-brasileño en las finales.
Sao Paulo derrotó 1-0 al Liverpool en 2005 en la primera edición con el formato actual que reúne a los campeones de cada confederación (en 2000 la participación fue por invitación) .
En 2012 llegaría el título del Corinthians ante el Chelsea (1-0) , pero desde entonces los clubes de la poderosa Premier League siempre han levantado el trofeo, con la derrota de Flamengo ante Liverpool en 2019 (1-0 en la prórroga) y de Palmeiras ante Chelsea dos años después (2-1 también la prórroga) .