La necesidad de ambos equipos por lograr una victoria dibujó una noche de fuertes emociones bajo el frío pamplonés. El Rayo salió más despierto que su rival y disfrutó de la primera ocasión clara a los 10 minutos de partido.
El central francés Florian Lejeune ejecutó una falta a la perfección con un golpeo seco que Herrera tocó lo justo para desviarla al palo. Osasuna se salvó de milagro mientras los nervios no permitieron a sus futbolistas hilvanar varios pases seguidos.
Los de Arrasate no se encontraban y los Aimar, Moi Gómez o Rubén García no entraban en funcionamiento, algo negativo para los intereses rojillos. Por su parte, los de Francisco trataron de llegar al área en jugadas aisladas que metieron el miedo a su rival cada vez que una de estas se daba.
Mumin perdonó la más clara rematando arriba un centro de Isi Palazón. La afición navarra se impacientaba al ver cómo los suyos no eran capaces de crear algo de peligro. Peña realizó el primer disparo a puerta de los suyos en el minuto 37.
Areso fue el mejor de su equipo. El lateral se mostró atento en defensa y suelto de pierna en ataque. El Rayo no sufría en un choque sin demasiado ritmo.
Al contrario de lo que pedía el partido, Arrasate no realizó ningún cambio y el rumbo continuó igual. Imprecisiones y pocas ideas en un equipo que poco se pareció al del curso pasado. A Budimir no le llegaron balones, por lo que uno de los máximos anotadores del campeonato no pudo mostrar su buen momento.
Las acciones a balón parado se convirtieron en el mejor aliado de los franjirrojos. Lejeune, de nuevo, rozó la escuadra. Estuvo a punto de clavar un golazo. En el lado contrario, Iker Muñoz pudo hacer el 1-0, pero su remate picado de cabeza acabó en la mismísima cruceta. El Sadar se vino arriba.
Arrasate llevó a cabo un triple cambio dando entrada Nacho Vidal, Pablo Ibáñez y Raúl García con la intención de dar un último empujón a los suyos en el aspecto físico. El Rayo, firme y ordenado en la zaga, no perdió los papeles en ningún momento con una línea de hasta seis jugadores a la hora de defender.
Como en tantas ocasiones, El Sadar creyó más que nunca cuando Iglesias Villanueva añadió 5 minutos. Raúl García de Haro dejó atrás las críticas ante su falta de gol con un gran testarazo en el minuto 95 que provocó un seísmo el reformado coliseo para devolver la sonrisa a Osasuna más de mes y medio después.
Finalmente, Osasuna cerró el año en su estadio con una ansiada victoria mientras el Rayo engorda su mala situación en Liga que tratarán de cortar esta misma semana ante el Valencia.
- Ficha técnica:
1 - Osasuna: Herrera, Areso, David García, Juan Cruz, Peña (Nacho Vidal, m.84); Aimar (Pablo Ibáñez, m. 84), Muñoz, Moi (Moncayola, m. 69); Chimy Ávila (Raúl García, m. 84), Budimir, Rubén García (Arnaiz, m. 69).
0 - Rayo: Dimitrievski; Balliu, Lejeune, Mumin, Espino; Pathé Ciss (Unai López, m. 72), Valentín, Kike Pérez (Nteka, m. 62); Isi (Camello, m. 88), Álvaro García (Bebé, m. 72); De Tomás (De Frutos, m. 88).
Gol: 1-0, m.95: Raúl García de Haro.
Árbitro: Iglesias Villanueva (Comité gallego). Mostró la tarjeta amarilla a Arnaiz y Raúl, por parte de Osasuna, y a Espino, Ciss y Kike, por parte del Rayo.
Incidencias: partido correspondiente a la decimoséptima jornada de LaLiga EA Sports disputada en el estadio de El Sadar ante 18.586 espectadores.