Siete personas continúan detenidas por ese incidente y otros registrados antes del inicio del partido Marsella-Lyon, que fue suspendido antes de su inicio cuando el estadio Velódromo estaba prácticamente lleno.
La fiscalía de Marsella ha abierto tres procedimientos por los incidentes registrados en la noche del domingo.
El primero es por el lanzamiento de objetos contra el autobús del Lyon que causó heridas en la cara al entrenador del equipo, Fabio Grosso, anunció Bessone en una conferencia de prensa.
Los cargos son por violencia voluntaria, con los agravantes de actuación en grupo, premeditación, heridas que causan una incapacidad superior a 10 días y en las inmediaciones de un estadio deportivo, que suponen en total una condena de hasta un máximo de 10 años de prisión.
Ese ataque se realizó con objetos pesados que rompieron varias lunas del autobús, como adoquines y hasta una bola de petanca. El fiscal destacó la seriedad de las heridas que sufrió Grosso, al que dieron doce puntos de sutura en el rostro.
El segundo procedimiento es por el lanzamiento de objetos contra un autobús con aficionados del Lyon, que no causó heridos, y cuyos autores se exponen a una pena de hasta tres años de cárcel.
Finalmente, la fiscalía investiga algunos hechos cometidos por aficionados del Lyon dentro del estadio y antes de que se anunciara que el encuentro no se jugaría. En concreto, se investigan saludos nazis y gestos simiescos hacia la afición del Marsella. Los cargos son provocación al odio racial e injurias raciales, castigado conjuntamente con hasta cinco años de prisión.
Bessone explicó que las investigaciones siguen en marcha, este martes se interrogará a los chóferes de los autobuses y se espera poder tomar declaración a Grosso el próximo jueves.
También detalló que, además de estos incidentes, un aficionado miembro de un grupo radical del Marsella fue detenido con 28 bengalas en su poder.
El fiscal recalcó que el dispositivo policial organizado para este partido, considerado de alto riesgo, fue "consecuente" y que "nada hace pensar que hubiera un déficit de seguridad".