Kepa (6): acabó sonriendo en su primer clásico pese a un inicio sin capacidad para ser decisivo y salvado por los postes. Nada pudo hacer en el tempranero tanto del Barcelona, superado por bajo en el mano a mano con Gundogan cuando intentó salir rápido y tapar espacios ante el error defensivo madridista. El segundo remate que recibió, en un testarazo, acabó en la madera. Se desquitó a los 51 minutos, cuando, de nuevo aliado con el poste, salvó el segundo tanto barcelonista al disparo de Araujo.
Dani Carvajal (7): extendió su buena línea de la temporada, con protagonismo defensivo y ofensivo en la acción que decidió el clásico. Exigido por las continuas subidas de Balde en el primer acto, recibió cartulina amarilla por un agarrón a Joao Félix a la hora de partido. Dio el susto en una acción en la que sufrió un tirón pero, pese a calentar Lucas Vázquez, se recuperó y acabó siendo decisivo. Ya había avisado con una subida a los 38 minutos, con remate al lateral de la red, y en el 92 por su banda nació el tanto del triunfo con su centro.
David Alaba (4): no está protagonizando una buena temporada y se le vio algo corto en el aspecto físico para un duelo de tanta altura. Lento en la acción del gol, en su reacción, sin poder evitar el tanto de Gundogan. Mejor en las marcas que en el derbi del Metropolitano ante el Atlético, pero sin transmitir la seguridad que antes contagiaba a sus compañeros. Inseguro en el inicio de alguna jugada con pérdida. Mejoró su tarde cortando un pase filtrado de Joao Félix que habría dejado solo a Cancelo ante Kepa, pero está lejos de su verdadero nivel.
Rüdiger (6): ante la falta de regularidad del resto de centrales madridistas, se está convirtiendo en el jefe de la zaga, el más fiable. Clave en el juego aéreo, imponiendo su poderío, con capacidad de mando y poder intimidatorio. Le añadió un buen desplazamiento en largo en varias acciones, cambiando el estilo de jugada del equipo de Carlo Ancelotti, e incluso se sumó al ataque con un derechazo muy lejano que se marchó cerca de la escuadra. Sirvió para desperar a su equipo en los momentos de letargo.
Mendy (4): la apuesta de Ancelotti en el lateral izquierdo pasó desapercibido hasta que sufrió un nuevo problema muscular que obligó a su cambio nada más arrancar la segunda parte. Se centró en cubrir su zona, donde aparecía Cancelo, y apenas asomó en ataque sin generar ninguna acción de peligro ni realizar ningún centro.
Tchouaméni (5): no pudo arrancar peor el clásico, con la mala suerte de meter el pie para desviar un pase y dejar el balón franco a la llegada de Gundogan. De menos a más, se fue entonando según fue recuperando balones y asociándose con sus compañeros. Intenso. Indiscutible en el mediocentro para Ancelotti. Expeditivo y avisando del gol del empate con un disparo lejano a los 67 minutos que sacó Ter Stegen.
Kroos (5): no fue el suyo un clásico para recordar, aunque siempre intentó aportar su criterio cuando el Real Madrid tuvo el balón. Desubicado en los momentos de inferioridad, sin poder tomar el mando del partido, caído a la banda izquierda en ayudas defensivas. El primer disparo a puerta del Real Madrid fue suyo. A los 57 minutos. Blando pero un mensaje del cambio de rumbo que tomaría el duelo. Fue sustituido pronto, a los 63 minutos, por Luka Modric. La eterna pareja no se juntó en un día grande.
Fede Valverde (5): realizó uno de esos partidos que tienen mucho valor para su entrenador y poco para el aficionado. Incansable en el esfuerzo, desgastándose en labores defensivas, realizando un trabajo oscuro del que se benefician sus compañeros. Es incombustible jugándolo todo, dando aire con sus largas carreras, quizás conduciendo en exceso el balón en alguna jugada, y apareciendo menos de lo que necesita su equipo por la zona de peligro. Dejó un pase al espacio bueno, pero ni un solo remate a puerta ni exhibió su disparo potente.
Jude Bellingham (10): tocado por una varita mágica fue capaz de dar un giro a su primer clásico y ser, de nuevo, decisivo. El gran referente del Real Madrid. Autor de diez goles en sus diez apariciones en LaLiga. Sufrió en la primera parte ante el marcaje de Gavi, la consigna de Xavi de que uno de sus jugadores siempre le encimara y no le dejara pensar cuando recibía el balón. Sacrificado en labores defensivas. Se desquitó a lo grande, con un cañonazo de diestra desde 35 metros que empató el partido a los 68 minutos. De la nada, recibiendo y apenas sin armar su potente disparo. Su celebración, más fría, mostró que no estaba feliz con su partido pero el sentimiento fue diferente en el minuto 92. Con su olfato goleador habitual apareció en la zona de peligro para mandar el balón a la red como fuese, con la espinilla derecha, tras un centro de Carvajal desviado por Modric. El jugador de LaLiga. Un estreno para la historia.
Vinícius (2): no estuvo a la altura del partido, anulado por Araujo un clásico más, incapaz de superarlo en una sola acción. Siempre encimado, despistado con acciones de fuera en un partido que inició desplazando el balón cuando ya había salido del campo y en el que se encaró con Xavi Hernández tras pedir una falta. En ocasiones más preocupado de las decisiones arbitrales y protestas que del juego. Apenas un pase bueno a Joselu fue su balance ofensivo en todos sus intentos. Jugando más por el centro como consigna de Ancelotti pero cayendo a banda sin desbordar como en él es habitual. Se olvidó del fútbol y se perdió en un comportamiento que no gusta a su entrenador.
Rodrygo (3): regresó a la imagen previa a Braga, donde dio por finalizada su sequía goleadora, sin aportar acciones de peligro ni remates a la portería rival. Cayó a banda derecha, desde donde comenzó el clásico encarando e intentando desequilibrar. La única ocasión que tuvo para marcar la mandó a las nubes, a los 47 minutos, tras el pase picado de Fede Valverde y su definición, escorado, con la derecha. A los 63 minutos dejó su sitio a Joselu Mato.
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Camavinga (8): sorprendió su suplencia, con Ancelotti apostando por Mendy de lateral izquierdo y sin encontrarle hueco en el centro del campo, pero su entrada al partido cambió el rumbo. Partió desde el lateral pero tuvo presencia en numerosas zonas del campo, siempre asociativo, aumentando la consistencia del Real Madrid e impulsando el paso al frente para buscar la remontada. Mejoró la calidad de la posesión y aumentó el músculo para castigar a un Barcelona con el físico más desgastado.
Modric (7): vivió uno de sus últimos clásicos en el banquillo, saltando al césped a los 63 minutos, aportando calidad al juego y protagonismo en la acción de la remontada, sin poder controlar pero tocando el balón que le cayó plácido a Bellingham para el segundo tanto.
Joselu (5): solamente tuvo una ocasión para poder brillar y estuvo lento para decidir la jugada. Era un mano a mano ante Íñigo Martínez en el que acabó perdiendo el balón sin poder armar el remate.
Lucas Vázquez (-): saltó al césped los últimos segundos del tiempo añadido por Vinícius.