En un entrevista al canal BFMTV, Darmanin mantuvo este jueves sus acusaciones, formuladas por primera vez el pasado lunes, a pesar de que no aportó pruebas concretas de la supuesta implicación de Benzema con esa corriente islamista.
Benzema "tiene una indignación selectiva", ya que "todavía no ha hecho un tuit sobre el asesinato del profesor de Arras, por los bebés decapitados, las mujeres violadas, los 1.300 masacrados en Israel por el terrorismo islamista", afirmó el ministro.
También reprochó a Benzema que no condenase públicamente a Hamás, que se originó en los Hermanos Musulmanes, y en cambio únicamente diese su apoyo a la población civil palestina de Gaza en plena ofensiva de Israel.
Benzema, a través de su abogado, confirmó que denunciará por injurias a Darmanin por haberle vinculado a los Hermanos Musulmanes, organización además considerada terrorista en Arabia Saudí, país en el que actualmente juega la leyenda del Real Madrid.
Preguntado repetidamente en la entrevista sobre qué pruebas tiene de lo que llamó "vínculos notorios" del futbolista con ese grupo, el ministro no dio detalles, pero aseguró que hay que dejar de ser "ingenuos" y afirmó no haber "exagerado" con esos lazos.
El miembro del Gobierno de Macron insistió en que el internacional galo es una vía de propaganda del Islam rigorista y detalló que esas corrientes se aprovechan de la notoriedad de ciertos deportistas y artistas para hacer pasar sus mensajes "antifranceses" en las redes.
Aunque varios cargos públicos de la derecha han pedido que se retire la nacionalidad francesa a Benzema (algo imposible según el actual marco legal), Darmanin no entró en esa polémica y afirmó que el futbolista es "francés".
Benzema, que tiene 35 años, jugó 97 partidos internacionales antes de poner fin a su carrera con la selección francesa en 2022 por los constantes desencuentros con el seleccionador, Didier Deschamps.
Esta temporada fichó por el Al-Ittihad de Arabia Saudí, tras 14 temporadas en el Real Madrid.