"Desgraciadamente se ve el agarrón y termina siendo una acción en contra", dijo sobre la última y decisiva jugada tras el partido.
"Pero más allá de este pequeño detalle ellos jugaron mejor en el primer tiempo, no nos hicieron daño y vino nuestro gol con fortuna y en el segundo tiempo hemos un trabajo enorme pero no pudimos cerrar", añadió.
Sobre el gol de Provedel dijo que fue un "golazo hermoso" para el Lazio, equipo con el que fue campeón de Italia en el 2000, "en esas noches apoteósicas que vive el Lazio".
"El equipo estuvo bien en el segundo tiempo, hubo bastantes cambios tácticos durante el partido, respondimos pero que termina siendo un partido muy bonito con un golazo del portero, un grandísimo cabeceador", puntualizó entre risas.
"Tener un portero que entra como un nueve... Si estuviera en la otra parte sería perfecto", añadió
El Olímpico de Roma le recibió con una gran ovación: "Ha sido muy emocionante. Lo más importante en la vida es lo que uno deja por los lugares que pasa como persona. Tengo afecto absoluto por todo lo vivido en Roma, me emocionó mucho y no lo olvidaré jamás".
Simeone no agotó todos los cambios, solo realizó los de Barrios y Witsel por molestias de ambos y el de Lino por Riquelme: "En esta ocasión entendía que el equipo estaba y bien y no hacían más cambios de los que hice".
El técnico desveló, además, que le gustaría entrenar al Lazio, pero que ahora es imposible. "Me gustaría encontrar la sensación de entrenar aquí (Lazio), pero ellos tienen a Sarri y yo estoy haciendo un trabajo largo y bonito en el Atlético de Madrid", sentenció.