El encierro en la iglesia del barrio de Capuchinos de Motril se hará “de manera indefinida, día y noche” hasta que se haga justicia con su hijo Luis Rubiales, según ha dicho su madre, Ángeles Béjar. Este sábado la FIFA suspendió al dirigente deportivo de toda actividad, tras la polémica del beso en la boca no consentido a la jugadora de la selección de fútbol Jenni Hermoso tras la victoria en el Mundial femenino de Australia y Nueva Zelanda.
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La madre de Rubiales se ha quedado en el interior de la parroquia con su hermana una vez que se ha marchado el párroco de la iglesia.
La madre de Luis Rubiales le ha pedido a Jenni Hermoso que “diga la verdad” y “mantenga la versión que tuvo al principio de los hechos”.
Considera que no existe abuso sexual “al existir consentimiento por ambas partes, como queda demostrado en las imágenes”, y se pregunta “por qué se están ensañando con él”” y qué “hay detrás de toda esta historia”, ya que su hijo “es incapaz de hacerle daño a nadie”.
Como madre, pide comprensión a todo el mundo porque esta situación le puede ocurrir a cualquier persona, ha afirmado.