"Espero que en algunos años la selección femenina deje atrás a Estados Unidos, Alemania y Canadá... y que pueda repetir lo que ya hizo la masculina", afirmó el líder progresista en la visita al entrenamiento que la selección realizó en el estadio Mané Garrincha de Brasilia para prepararse para el amistoso del domingo con Chile.
Lula afirmó que las futbolistas brasileñas pueden incluso anticiparse y darle a Brasil un título que le ha sido esquivo a la selección masculina desde el Mundial de 2002.
"Hay algunas veces que los hombres deberían ver jugar a las mujeres para aprender, sobre todo de las ganas y la disposición para jugar y de tomar en serio la profesión", agregó.
Lula, un reconocido fanático, dijo ser un "hincha del crecimiento del fútbol femenino" y "soñar que un día el fútbol femenino pueda llenar los estadios como el masculino".
Admitió que para ello aún será necesario mucho trabajo de divulgación y de convencimiento para que la sociedad reconozca el valor del fútbol femenino, así como de inversiones, como las que consiguieron que el voleibol femenino de Brasil alcanzara el mismo reconocimiento que el masculino.
El jefe de Estado insistió en que es testigo de que el fútbol femenino ha evolucionado en Brasil y festejó la decisión de la Confederación Brasileña de Fútbol de obligar a todos los conjuntos profesionales con equipo masculino a que también tengan un femenino.
"Están ganando mucho espacio y a los pocos Brasil va a reconocer el fútbol femenino como una gran práctica deportiva en el país. El voleibol femenino ya lo consiguió. Y en el fútbol tiene que ser así", aseguró.
LULA LES DESEA QUE GANEN EL MUNDIAL
"Quiero desearles que tengan en Australia la posibilidad de realizar un sueño que es ganar un Mundial para Brasil. Ya lo intentemos varias veces y no resultó. Pero la vida es así, no ganamos cuando queremos sino cuando estamos preparados", dijo.
Lula, que saludó efusivamente tanto a la técnica de la selección, la sueca Pia Sundhage, como a la atacante Marta, seis veces elegida como la mejor del mundo por la FIFA y que disputará su sexto mundial, acudió al entrenamiento acompañado por su esposa, Janja, y por varias de sus ministras, como la de Deportes, Ana Moser, la de Igualdad Racial, Aniele Franco, y la de las Mujeres, Cida Gonçalves.
Tanto Lula como Janja recibieron del presidente de la CBF, Ednaldo Rodrigues, camisas personalizadas de la selección, así como una de las inéditas camisas negras, estampada con el nombre de Vinicius Júnior, que Brasil usó en un amistoso el mes pasado en un acto de protesta contra el racismo en el fútbol.
Brasil acudirá al Mundial femenino que comienza el 20 de julio en Australia y Nueva Zelanda liderada por dos de sus tres mayores goleadoras: Marta, autora de 119 goles (17 de los cuales en mundiales), y Debinha, que tiene 57 anotaciones.
A pesar de siempre ser considerada como una de las favoritas y de contar con algunas de las futbolistas de mayor renombre mundial, como Marta, Cristiane y Formiga, la selección brasileña femenina no ha conseguido hasta ahora ningún título internacional de relevancia.
La ministra de Deportes aprovechó la visita al entrenamiento para destacar las medidas que el Gobierno ha adoptado para fortalecer el fútbol femenino y para ofrecerle igualdad de oportunidades a las mujeres.
Entre tales medidas citó el apoyo del Gobierno a la candidatura de Brasil a ser sede del Mundial de fútbol femenino de 2027.