El centrocampista inglés, con el 41 a la espalda, conquistó el primer título de su carrera en la Conference League contra el Fiorentina. Una vez acabado el partido y visiblemente emocionado, Rice se abrazó a David Moyes y empezó a celebrar el título junto a su hijo en el césped de Praga.
"Esto significa todo. Estoy muy feliz por los jugadores, por el entrenador, por el cuero técnico, por los aficionados. Hemos trabajado mucho por esto", dijo en los micrófonos de BT Sport.
Rice, tras 205 partidos con el West Ham, donde se ha convertido en capitán, internacional con Inglaterra, con quienes ha jugado 41 partidos, incluido un Mundial y una Eurocopa, e icono, está preparado para dar el salto a un grande, con el que poder optar a todo.
Pese a que los aficionados le cantaban en el calentamiento: "Un año más, Rice", el capitán apunta a una salida en los próximos meses que le ubique en uno de los mejores equipos de Inglaterra, con Arsenal y Manchester United en la pole de hacerse con uno de los mejores pivotes del país.
Su última imagen como jugador del West Ham será en Praga, levantando el primer título en 43 años para los 'Hammers'.
"Hay muchos rumores sobre mi futuro, pero aún me quedan dos años de contrato. Mi concentración está en el club, en celebrar esta noche. Ya veremos qué ocurre", dijo Rice después del partido.