Las imágenes de la jornada 35

Madrid, 21 may (EFE).- Las imágenes de la trigésimo quinta jornada de LaLiga Santander:. VINÍCIUS SEÑALA AL RACISMOLa expulsión que se veía venir desde hace tiempo a Vinícius llegó en Mestalla. De nuevo en el centro de la polémica, recibiendo insultos racistas que provocaron su reacción airada. En esta ocasión no lo dudó y se fue directo a la grada a señalar al aficionado que había traspasado cualquier límite permitido. El partido se detuvo hasta nueve minutos y estuvo cerca de no reanudarse.

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Por momentos Vinícius no quiso seguir jugando. Tuvo que ser calmado por compañeros y, sobre todo, por Carlo Ancelotti que tuvo dos charlas con él, hablándole al oído, llegando a darle un beso y unas palmadas de ánimo mientras sentía toda la crispación de la afición rival. Logró que siguiese en el campo, con la promesa del colegiado de mandar a los equipos a los vestuarios si se repetían descalificativos racistas. Pero al final fue el brasileño el que se fue a la caseta antes de tiempo. Desatado en revoluciones, con la grada tomándola con él coreando "tonto, tonto", acabó recibiendo su primera expulsión en el fútbol profesional.

. EL MANTEO A XAVI

Es su Liga, la reivindicación de una leyenda del Barcelona que regresó en uno de los peores momentos del club de su corazón y tras soportar críticas, lo ha convertido tres años después en campeón. Quiso dejar el protagonismo a los jugadores, pero gran parte del éxito se debe a su dirección y así lo reconoció la plantilla barcelonista con un manteo ante el jolgorio de la afición del Camp Nou.

Se ubicó Xavi a unos metros de los jugadores que esperaban sobre el césped la bajada desde el palco del capitán Sergio Busquets con el trofeo de campeón. Posaría en la esquina de la imagen, sin saber si repetir las acciones de los futbolistas, ponerse a saltar como hacía hace unos años cuando era él quien vestía de corto para marcar el estilo en el centro del campo. Optó por aplausos hacia los protagonistas. Y fue 'Busi' con Sergi Roberto, Araujo, Dembélé y Raphinha los que le sorprendieron para acabar el manteo junto al resto de sus compañeros.

. BORDALÁS SE BAJA DEL AUTOBÚS

Tan inusual el recibimiento al Getafe en su llegada al Coliseum Alfonso Pérez como la reacción de su entrenador. José Bordalás se dejó llevar por un impulso sintiendo el ambiente en un día importante y bajó del autobús que trasladaba al equipo. Arengó a las masas y desató la locura. No había suficientes policías para controlar la situación.

Aficionados abrazaban al técnico que decidió su regreso para intentar lograr el objetivo de la salvación antes de decidir su futuro. Bordalás gritaba al autobús para que sus jugadores siguieran sus pasos y bajasen para recorrer los últimos metros al estadio sintiendo la cercanía de sus seguidores. Abrazos, palmadas de ánimos, gritos, cánticos. Una imagen impactante que les impulsó a una salida en tromba, con gol incluido en los primeros minutos ante el Elche, pero no al triunfo.

. LA ENTRADA DE MIRANDA A JESÚS NAVAS

En un derbi sevillano tranquilo todo se dinamitó en una jugada cerca del final. Un balón dividido al que llegó antes Jesús Navas encontró la entrada desmedida de Juan Miranda a la altura de la rodilla que, afortunadamente, le pilló con la pierna en el aire y le dejó la tibia rasgada con los tacos.

La rivalidad mal entendida. Una amarilla en primera instancia del colegiado que rápidamente fue advertido desde el VAR de la gravedad de la acción. Mientras nadie prestaba atención a Navas, pidiendo a gritos la atención médica, con todos liados en una tangana y Dimitrovic siendo el más listo, agarrando del pecho a su compañero cuando iba a por el agresor a tomarse la justicia por su mano. Fue la polémica que siempre aparece en unos derbis calientes que, en esta ocasión, rebajó su brillo con un empate sin goles.

. LA LOCURA DE BONGONDA

Llevaba dos goles en 28 partidos con el Cádiz y fue el héroe con un doblete en una auténtica final ante el Real Valladolid por seguir en la elite del fútbol español. Desató la locura en su celebración y en la grada del Nuevo Mirandilla. Había maravillado con un zurdazo imparable en una acción individual.

Recibió en banda derecha, fue hacia dentro, lanzó un recorte a un rival que le salió al paso y un latigazo lejano que tocó en el travesaño antes de meterse en portería contraria. Miles de aficionados saltaron de alegría. La celebración subió decibelios con su segundo tanto, de penalti, que sentenciaba el partido. Theo Bongonda se quitó la camiseta, se lanzó de rodillas al césped y recibió todo el cariño de compañeros y afición en un momento trascendental.

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