Después de que el Oporto y el Benfica cayeran a manos del Inter de Milán en la Liga de Campeones y de que el Braga fuera eliminado por el Fiorentina en la Liga de Conferencia, ahora le tocó al Sporting caer ante un cauteloso Juventus, que sufrió para eliminar a los portugueses.
En Lisboa, el partido se decantó mayoritariamente hacia los locales, con momentos de intensa presión, pero sin hacer mella en los de Massimiano Allegri, bien organizados defensivamente y sin duda felices tras haber recuperado temporalmente los 15 puntos que les fueron retirados en la Serie A.
Los "leones", alentados por la mayor afluencia de público a su estadio esta temporada, arrancaron bien el partido, pero no tardó en caer un balde de agua helada sobre la capital portuguesa gracias al gol del Juventus en el minuto 9.
Tras un córner, el titubeo de los defensas del Sporting creó una oportunidad para que Rabiot marcara el tanto inicial del partido y aumentara el grado de dificultad para los lusos.
El gol del francés permitió a Massimiliano Allegri poner a su Juve a hacer lo que mejor sabe, bajar sus líneas para conservar la ventaja, pero la rapidez del inglés Marcus Edwards obligó al experimentado técnico a replantearse su estrategia.
En un momento del partido en el que el Sporting presionaba más, Edwards corrió por la banda derecha de forma supersónica y asistió a Trincão, que envió el balón al poste.
La jugada continuó con el uruguayo Manuel Ugarte, una de las grandes figuras de la primera parte, que al llegar al rechace fue placado por Rabiot en el área, lo que llevó a Edwards, aún a mil por hora, al punto de penalti, desde donde empató a los 20.
La "Vechia Signora", acampada en su campo, realizó pocas visitas a la portería defendida por el madrileño Antonio Adán, pero las que efectuó causaron cierto peligro, debido a alguna desconexión defensiva del equipo verdiblanco.
El mayor quebradero de cabeza para los turineses fue Ugarte, omnipresente en el campo y una auténtica pesadilla para Chiesa o Di María, al igual que el japonés Morita, que repitió su brillante actuación en Italia.
Pero fue en una pérdida de Morita cuando el Juventus estuvo cerca del segundo, que no llegó porque el centro de Juan Cuadrado fue demasiado rápido y raso para que Vlahovic, solo ante la portería, lo rematase bien.
Como en el partido de ida, el Sporting tuvo algunos problemas de definición. A ello no ayudó un muro juventino compuesto por dos viejos conocidos, los brasileños Alex Sandro y Danilo, que vistieron la camiseta del Oporto durante muchos años.
A medida que el cronómetro avanzaba, el Juventus recurrió a las lecciones más arraigadas del "Calcio" para estar con un pie en semifinales, aunque no con la misma cohesión de antaño.
Un ejemplo de ello fue la distracción de Danilo, que dejó al lateral Esgaio solo delante de Szczesny y con el empate en sus pies, pero éste disparó demasiado fuerte.
Mientras los turineses echaron mano de su experiencia, los lisboetas fueron a por todas e incluso Sebastián Coates se sumó al ataque.
El veterano central uruguayo fue el que más cerca estuvo del gol en los últimos instantes -y en todo el partido-, y sus fallos sumieron en la desesperación a los aficionados verdiblancos.
El Sporting se despidió de la Europa League con la sensación de que podía haber hecho más, después de que dos errores en los dos partidos le pasaran factura.
A su vez, el pragmatismo y la experiencia del Juventus le bastaron para seguir en la competición y para poder dar un vuelco a su inusual temporada.
Ficha técnica:
1 - Sporting: Adán, Diomande, Coates e Inácio (Reis, min.81); Esgaio, Morita, Ugarte y Nuno Santos (Arthur Gomes, min.88); Edwards, Pote y Trincão (Chermiti, min.81).
1 - Juventus: Szczesny, Danilo, Bremer (Gatti, min.73) y Alex Sandro; Cuadrado, Miretti (Pogba, min.73), Locatelli y Rabiot; Di María, Vlahovic (Milik, min.71) y Chiesa (Kostic, min78).
Goles: 0-1, m.9: Rabiot; 1-1, min.20: Edwards.
Árbitro: François Letexier (FRA). Mostró tarjeta amarilla a Ugarte y Edwards por parte del Sporting y a Gatti y Pogba por parte del Juventus.
Incidencias: Partido de vuelta de cuartos de final de la Liga Europa de fútbol disputado en el Estadio José Alvalade de Lisboa ante 45.903 espectadores.