Scaloni, de 44 años, culminó en Catar el gran trabajo que veía haciendo con la Albiceleste, con la que solo ha perdido uno de los últimos 43 partidos que ha dirigido.
Pese a su corta experiencia en los banquillos, el de Rosario ha recuperado el espíritu de equipo en Argentina y ha podido explotar el talento de sus estrellas, empezando por su paisano Leo Messi.
A él dedicó uno de los primeros abrazos en el auditorio Pleyel de París, que acogió la gala, donde acudió acompañado de su esposa y sus dos hijos.
"Estoy especialmente orgulloso porque es un premio que lo votan los futbolistas y para mi tiene un valor enorme. Quiero agradecer a los jugadores, esos 26 que nos llevaron a la gloria. Sin ellos no hubiéramos podido conseguir nada. A ellos les estaré eternamente agradecido", aseguró el seleccionador.
También tuvo palabras para el presidente de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA), Claudio Tapia, poro la confianza que le ha brindado, y a su cuerpo técnico.
"No hay cosa más linda que ver feliz a tu país, ver esa gente emocionada en las calles. No tiene precio", aseguró.
Scaloni se impuso un Ancelotti, que llegaba con la liga española y la Liga de Campeones bajo el brazo, la cuarta de su carrera, más que ningún otro técnico en la historia, y Guardiola, que consiguió su cuarto título de liga en Inglaterra en los últimos cinco años, con 99 goles a favor, y llegó a semifinales en la Liga de Campeones.