La victoria del Bayern en la ida en el Parque de los Príncipes (0-1) obliga al equipo francés a una gran gesta en el Allianz el próximo 8 de marzo, para la que todas sus fuerzas serán necesarias.
Neymar incluido y, por ello, toda la atención está ahora puesta en el tobillo derecho del brasileño, uno de sus puntos débiles físicos, que ya le ha obligado a perderse citas cruciales.
El jugador sufre un esguince "con lesiones en los ligamentos" según las pruebas médidas realizadas hoy, señaló un escueto comunicado del PSG en la noche del martes, que no detalló el posible tiempo de baja y se limitó a decir que habrá más información a comienzos de la próxima semana. Con ello, el PSG no descarta de momento que Neymar pueda estar disponible para Múnich.
Como mínimo, estaría unas dos semanas de baja, lo que puede permitirle viajar a Alemania si se mantiene en la horquilla baja del plazo de recuperación.
El mismo tobillo y la misma lesión aguó a Neymar el pasado Mundial, pero el futbolista aceleró el restablecimiento y tras lesionarse contra Serbia el 24 de noviembre pudo reaparecer frente a Corea del Sur en octavos de final el 5 de diciembre, once días más tarde.
Neymar necesita jugar el partido de Múnich y enviar un mensaje de compromiso a una afición que está algo fatigada de sus ausencias, que en muchos casos achacan a una vida disoluta.
Desde que el PSG pagó los 222 millones de euros de su cláusula de rescisión al Barcelona, en 2017, el jugador brasileño se ha perdido cinco citas clave de un club que persigue, casi de forma exclusiva, la Liga de Campeones.
La única temporada en la que Neymar no estuvo lesionado fue la de 2020, marcada por la covid, un año muy peculiar en el que el PSG alcanzó por vez primera la final de la Liga de Campeones, en la que cayó en Lisboa precisamente contra el Bayern.
En 2018, cuando era la estrella indiscutible del club, se lesionó el 25 de febrero contra el Olympique de Marsella, lo que le mantuvo tres meses fuera de los terrenos de juego, incluida la vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones ante el Real Madrid, que eliminó a los parisinos.
Al año siguiente, tras haber sido decisivo en la fase de grupos de la competición europea, recayó de la misma lesión en vísperas de los octavos contra el Manchester United y vio desde la grada del Parque de los Príncipes la eliminación de su equipo con un gol en el tiempo añadido del conjunto inglés.
En 2021 también se lesionó en febrero, en el aductor izquierdo, pero su baja para los dos duelos de octavos contra el Barcelona fue menos decisiva, porque para entonces el brasileño ya había dejado el testigo de gran estrella a Kylian Mbappé, que se encargó por si solo de acabar con el equipo español.
El curso pasado volvió a tener problemas de tobillo que le mantuvieron renqueante durante todo el inicio del año. El brasileño comenzó en el banquillo el duelo de ida de los octavos de final en el Parque de los Príncipes contra el Real Madrid y, una vez en el campo, dio la asistencia del gol de Mbappé (1-0).
Pero, visiblemente disminuido físicamente, asistió impotente a la remontada merengue dos semanas más tarde en el Santiago Bernabéu (3-1).