Hace tiempo que los aficionados de St. James' Park sueñan con un trofeo de postín. Muchos aún ni habían nacido cuando "Las Urracas" levantaron el último importante. Aunque el Newcastle ganó la liga de segunda división en 2017 o la Copa de Ferias en 1969, la realidad es que no llena su vitrina con títulos de nivel desde 1955, cuando levantó la Copa de Inglaterra.
A lo largo del tiempo rozó la gloria con la yema de los dedos. Dejó escapar dos Premier League en 1996 y 1997. En ambos casos, fue subcampeón. En 1998 y 1999, cuando disputó su última final, perdió la Copa de Inglaterra. Y la Copa de la Liga se le escapó de las manos en 1976, cuando perdió el partido por el título con el Mancheser City.
Por eso, los hombres de Eddie Howe se tomaron muy en serio el reto de repetir una final. El título no está ni mucho menos asegurado y seguramente se lo jugará frente al Manchester United, que aún tiene que disputar la vuelta de las semifinales con el Nottingham Forest, al que ya ganó 3-0 en la ida. No podían dejar escapar una ocasión única y desde el primer segundo saltó al césped de St. James' Park con el colmillo afilado.
Por encima del resto, sobresalió Bruno Guimaraes. Cada vez que tocaba la pelota, vestía de 'glamour' el encuentro. El medio brasileño, aunque acabó expulsado, es todo estética, un bailarín con la pelota que no sólo hace florituras. Las crea con sentido, para hacer jugar a sus compañeros y para convertirse en un hombre decisivo. Y, uno de los beneficiados fue Sean Longstaff, que a las primeras de cambio abrió el marcador para alejar al Southampton del sueño de jugar en Wembley.
A los cinco minutos, Bruno Guimaraes agarró la pelota en la zona izquierda del centro del campo. Dribló a dos rivales, uno de ellos sentado con una de las 'combas' con sello de Andrés Iniesta. La pelota acabó en los pies de Kieran Trippier, que asistió a Longstaff para cerrar la jugada con un certero disparo desde dentro del área. El canterano del Newcastle, un hombre de la casa, dejó una imagen de éxtasis que repetiría antes del descanso.
Poco después, Longstaff tampoco falló después de una jugada coral del Newcastle. Desde el punto de penalti, no desaprovechó un pase de la muerte de Miguel Almirón que provocó la reacción casi inmediata del Southampton, que recortó distancias con un zurriagazo de Che Adams con el que recortó distancias.
Con 2-1 al descanso, al Southampton le quedaban 45 minutos para marcar dos tantos y provocar la prórroga. Sin embargo, el Newcastle aguantó bien las acometidas del equipo de Nathan Jones con Nick Pope inspirado en un mano a mano ante Adam Armstrong y, sin alardes, resistió incluso con un hombre menos durante los últimos minutos por la expulsión de Bruno Guimaraes, que empañó su actuación con una fea entrada sobre Sam Edozie. La roja directa al brasileño no impidió una victoria con la que el Newcastle pasará a la historia y generaciones de Urracas, huérfanas de títulos, soñarán con levantar la Copa de la Liga en Wembley.
- Ficha técnica:
2 - Newcastle: Pope; Trippier, Schar, Botman, Burn; Longstaff, Bruno Guimaraes, Willock (Saint-Mximin, min. 61); Almirón (Murphy, min. 61 / Anderson, min. 97), Wilson (Isak, min. 61) (Lascelles, min. 96) y Joelinton.
1 - Southampton: Bazunu; Bree, Lyanco (Perraud, min. 46), Bednarek, Salisu (Mara, min. 88), Walker-Peters (Edozie, min. 36); Ward-Prowse, Diallo (Aribo, min. 77), Alcaraz (Lavia, min. 46); Armstrong y Adams.
Goles: 1-0, m. 5: Longstaff; 2-0, min. 21: Longstaff; 2-1, min. 28: Adams.
Árbitro: Paul Tierney. Expulsó con roja directa al jugador del Newcastle Bruno Guimaraes (min. 80).
Incidencias: partido correspondiente a la vuelta de las semifinales de la Copa de la Liga disputado en St. James' Park ante cerca de 50.000 espectadores.