Tras 81 días de receso, el más largo de este siglo para el fútbol local, la Liga Argentina comenzará este viernes la temporada 2023 del país flamante campeón del mundo, que tendrá como siempre en la pelea a los dos grandes, Boca Juniors y River Plate, en el primer torneo en los últimos 8 años sin Marcelo Gallardo, a los que se suma Racing.
Para este año posterior a la consagración en Catar, la Liga Profesional de Fútbol (LPF) y la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) determinaron repetir el modelo de los dos años anteriores pero alterar el orden: primero la Liga y luego la Copa de la Liga.
Con 28 equipos a una ronda única, la primera parte del año tendrá como campeón a aquel que sume más puntos en un formato que el año pasado coronó a Boca Juniors y en 2021 a River Plate.
En tanto, luego del receso, desde el 18 de agosto al 17 de diciembre, será el turno de la Copa de la Liga con un esquema de dos grupos de 14 equipos cada uno.
Los cuatro mejores de cada zona clasificarán a cuartos de final y disputarán un encuentro de eliminación directa en el estadio del mejor clasificado.
Las semifinales y la final del certamen también serán a encuentro único pero en terreno neutral.
Los vencedores de Liga y Copa definirán el Trofeo de Campeones a final de temporada, mientras que durante el año se disputará en paralelo la Copa Argentina, que reúne a clubes de las seis categorías.
Precisamente el último campeón de este Trofeo de Campeones, el Racing que dirige el exinternacional Fernando Gago, será el tercero en discordia entre los dos grandes históricos del fútbol local: Boca Juniors y River Plate.
Después de ocho años y medio, el 'Millonario' será conducido por otro entrenador diferente a Marcelo Gallardo: el también exfutbolista de River Martín Demichelis.
En el mercado de pases, tras la partida del colombiano Juan Fernando Quintero, River repatrió a Ignacio 'Nacho' Fernández y Matías Kranevitter.
Además dio un golpe al incorporar al delantero venezolano Salomón Rondón, máximo goleador de la Vinotinto, y le sumó al defensa Enzo Díaz, proveniente de Talleres de Córdoba.
En el caso de Boca Juniors hubo una apuesta por la continuidad, salvo en el caso del portero Agustín Rossi, que firmó un precontrato con Flamengo a partir de julio y, durante estos seis meses y ante la sugerencia de poco "compromiso" de Hugo Ibarra al regreso de la Supercopa Internacional que los 'xeneizes' perdieron con el Racing, se fue a préstamo al Al Nassr saudí.
En cuanto a las incorporaciones, solo sumó al defensa paraguayo Bruno Valdez y recuperó de Tigre al mediocampista central Ezequiel Fernández.
Otro que aprovechó esta ventana de traspasos fue el Racing Club, ya que hizo dos ventas millonarias: Enzo Copetti, al Charlotte FC de la MLS estadounidense, y Carlos Alcaraz, al Southampton de Inglaterra.
De sus cuatro contrataciones, sin duda, la más destacada: el desembarco del delantero peruano Paolo Guerrero en el fútbol argentino, después de sus últimos 10 años en Brasil y tras ser una figura en el balompié alemán.
Los otros tres nombres que sumó fueron Oscar Opazo, del Colo Colo chileno; Juan Ignacio Nardoni, del Unión de Santa Fe; y la vuelta de un 'hijo mimado' de la institución de Avellaneda como Maximiliano Moralez (New York City).
Además, otro de los que se reforzó con jugadores de nivel europeo fue Estudiantes de La Plata, que repatrió a Santiago Ascacibar y Guido Carrillo, mientras que Independiente, con la nueva dirigencia, incorporó once jugadores, con el portero Sergio Rey como estelar.
Un caso particular fue el de Central Córdoba, de Santiago del Estero, que renovó casi toda la plantilla, con 19 jugadores que se fueron y 25 que llegaron con Luis Miguel Rodríguez, Ciro Rius y Lucas Gamba como destacados.