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El mundialista Zé Roberto, integrante de las selecciones de 1998 y 2006 y exjugador del Santos, fue uno de los pocos que acudieron a la capilla ardiente.
Incluso cargó el ataúd para posicionarlo en el centro de la cancha del estadio Vila Belmiro, de la ciudad de Santos, donde se celebró el velatorio, que duró 24 horas.
A las exequias también acudieron Mauro Silva, en calidad de vicepresidente de la Federación Paulista de Fútbol (FPF), y Paulo Roberto Falcao, quien además de disputar el Mundial de 1982, dirigió a Pelé como entrenador en un amistoso disputado en 1990, cuando Pelé llevaba 16 años retirado.
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También desfiló ante el féretro una delegación de la plantilla del Santos, el equipo completo sub’20 del club, así como viejas glorias del equipo, entre ellos Careca, Elano, Serginho Chulapa o Clodoaldo.
Pero fueron notables las ausencias de otras viejas glorias de la selección brasileña, pues no aparecieron los compañeros de Pelé en el Mundial de 1970, ni los campeones de las ediciones de 1994 o 2002.
Romário y Ronaldo enviaron coronas de flores, al igual que hicieron todos los clubes de la primera división de Brasil sin excepción.
Neymar, estrella de la selección brasileña y heredero del dorsal 10 de Pelé en el Santos, tampoco viajó a Brasil desde París, donde estos días está entrenándose con el PSG, y le pidió a su padre que le representara en el velatorio.
Los jugadores brasileños, en activo o retirados, prefirieron rendir homenaje al tricampeón mundial a través de incontables mensajes en las redes sociales y con declaraciones a la prensa.
La situación refleja lo que expresó Kaká, último brasileño en ganar el Balón de Oro, en una entrevista concedida hace unas semanas a una televisión británica.
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“Nosotros, brasileños, a veces no reconocemos el talento. Si ves como tratan a Ronaldo, es algo diferente que en el exterior. Es solo un hombre gordo andando por la calle”, sentenció.
La afición brasileña, en especial la de la ciudad de Santos, sí respondió formando una fila constante durante las 24 horas que estuvo abierta la capilla ardiente.
Según cálculos del Santos, 230.000 personas circularon por la pasarela montada en el césped del Vila Belmiro, a unos pasos del féretro abierto.
La cúpula del mundo del fútbol sí estuvo representada en el velatorio con las figuras del presidente de la FIFA, Gianni Infantino, y de la Conmebol, Alejandro Domínguez, además del titular de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), Edinaldo Rodrigues.
También acudieron las autoridades brasileñas, entre ellos el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, además de un magistrado del Tribunal Supremo y gobernantes locales.
Pelé falleció el pasado jueves a los 82 años, por complicaciones médicas derivadas de un cáncer de colon.
Su entierro está previsto para este martes, en un cementerio de la ciudad de Santos, donde desarrolló la mayor parte de su carrera profesional.