El ídolo del Manchester United, el mismo que dejó una huella imborrable en el fútbol británico gracias a su endiablada habilidad, carisma inquebrantable y alocados excesos, sabía como pocos acorralar a Pelé cada vez que se reunían.
"Nos hicimos tan amigos, a pesar de que tomó por costumbre provocarme en cada encuentro", recordó el brasileño en su libro 'Pelé la Autobiografía', editado en 2006, un año después de la triste muerte en Londres de 'el Chico de Belfast'.
"¿Qué clase de rey eres? ¡Tú no bebes ni fumas!", le espetaba con gracia el hombre que inmortalizó la más descarada de las confesiones públicas: "Gasté mucho dinero en coches, mujeres y alcohol. El resto, lo malgasté".
El rey del fútbol también aprendió a contraatacar con ironía.
"Me acostumbré a responderle, bromeando, que tenía la certeza de que él no era europeo, ni nada que se le pareciera. Tenía sangre latina en las venas".