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El Santos de Pelé dominó el planeta en la década de los sesenta. Fue campeón estadual, nacional, continental y mundial. No había rival que no haya padecido contra ‘O Rei’ y compañía. Y entre los que fueron castigados por el mejor jugador de todos los tiempos y un Peixe imparable está Cerro Porteño, que en 1962 sufrió una de las mayores goleadas de su historia.
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En la Copa Libertadores de aquel año, el Ciclón cerraba la fase de grupos visitando al conjunto paulista, con el que había igualado 1-1 en Asunción el 25 de febrero. Tres días después, el equipo paraguayo llegaba al Urbano Caldeira, donde vivió una pesadilla: con doblete de Pelé, quien arrancó de suplente e ingresó a los 32 minutos por Pagão, los brasileños golearon 9-1.
Pelé, quien para entonces ya había conquistado dos Copa del Mundo, una Serie A y cinco torneos estaduales, logró posteriormente levantar por primera vez el certamen de clubes más importante de Sudamérica. En una final a tres partidos, la Perla Negra anotó por duplicado en el 3-0 a Peñarol en el Monumental de River Plate, donde gritó campeón.
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