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“Me emociona enormemente el hecho de verlos triunfar, porque uno los conoció de muy chicos y el hecho de que levanten una Copa del Mundo es algo que quedará en mi mente hasta los últimos días de mi vida”, manifiesta con la voz quebrada por el llanto.
Coordinador de las categorías inferiores del 'Millonario' en tres etapas (1981-1991, 2006-2010 y 2014 hasta la actualidad), Rodríguez relata en una conversación telefónica con EFE la historia de cómo conoció a estos dos futbolistas, que están llamados a liderar los designios de la selección nacional durante la próxima década.
“Nosotros somos formadores y queremos que a los chicos les vaya muy bien, pero prever que esto les iba a pasar en edades como las que ellos tienen... Sinceramente, no pensé que iban a vivir esta realidad. Eso es lo que a nosotros nos llena de satisfacción”, asevera el director técnico de 62 años.
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ENZO Y LA PERSEVERANCIA
Descubridor de talentos como Marcelo Gallardo, Javier Saviola o Pablo Zabaleta, Gabriel Rodríguez se topó con Enzo Fernández cuando tenía ocho años y practicaba ‘baby’ fútbol en La Recova, modesto club de barrio del municipio de San Martín (provincia de Buenos Aires).
Tras un primer paso por Parque Chas, Fernández recaló en las filas de River Plate, aunque su trayectoria por el club porteño no estuvo exenta de dificultades, con unas condiciones físicas -”era bajito y algo gordito”, recuerda Rodríguez- que le impidieron asentarse en el once titular hasta bien entrada la adolescencia.
“Enzo me dio a entender una o dos veces que se quería ir del club, no porque quisiera hacerlo, sino porque quería jugar, pero nunca quise darle el pase. Siempre confié en él y siempre supe que, a la larga o a la corta, se iba a imponer”, puntualiza el coordinador de las categorías inferiores de River.
Esa perseverancia tuvo su justa recompensa: Enzo se ganó definitivamente la titularidad a los 17 años y pasó al equipo reserva (filial) del 'Millonario', fraguando actuaciones que llamaron la atención del 'Muñeco' Gallardo. El resto, por supuesto, es historia.
“Realmente fue un gran éxito, porque tuvo campeonatos en el club y la posibilidad del pase al Benfica”, señala Rodríguez, quien define a Enzo Fernández como un “tiempista”, con gran visión de juego y muy buena técnica, similar a otros históricos del fútbol argentino como Fernando Redondo o Esteban Cambiasso.
“INTUICIÓN” CON JULIÁN
Antes de abordar el fichaje de Julián Álvarez por River, Gabriel Rodríguez hace una advertencia: “Esta fue una cosa fortuita”, afirma con sobriedad. “Soy muy honesto y digo las cosas como son; si bien fui la persona que lo fichó por el club, tampoco me gusta mentir sobre cómo fueron las circunstancias”.
La historia fue la siguiente: Alfredo Alonso, ojeador y excompañero de Rodríguez, viajó hasta la provincia argentina de Córdoba para presenciar una prueba de jóvenes futbolistas. Ahí vio a Julián y se enamoró de él al instante, pero el club para el que trabajaba, Argentinos Juniors, no podía permitirse su manutención.
“Argentinos no tenía una pensión para que el nene pudiese vivir en Buenos Aires e incorporarse a la institución (...). Hablé con Alfredo, siendo muy amigo mío, y le dije: ‘mirá, si vos no lo tomás a mal y no te enojás, me podés dar el teléfono del papá y yo lo voy a invitar a probarse en River sin haberlo visto jugar’”, afirma.
Podría haber salido bien, podría haber salido mal, pero Julián Álvarez aterrizó con 16 años en River -”a los quince minutos de probarlo me encantó”, cuenta Rodríguez- y comenzó un “ascenso vertiginoso” hasta el primer equipo, en donde se convirtió en el segundo máximo anotador de la era Gallardo (54 goles).
"Enzo y Julián están viviendo en el país de las maravillas. Son muy jóvenes y tienen que tener los pies sobre la tierra, pero están para grandes cosas y tienen un gran futuro no solo en el fútbol argentino, sino mundial", apunta Rodríguez, que ha vivido un Mundial "lleno de satisfacciones".
Y no es para menos, puesto que seis de sus chicos (Enzo Fernández, Julián Álvarez, Guido Rodríguez, Exequiel Palacios, Germán Pezzella y Gonzalo Montiel) integraron las filas del equipo que regaló a Argentina su tercera Copa del Mundo.