El encuentro arrancó a las cuatro de la madrugada hora local. La derrota previa frente a Costa Rica había hecho mella en el ánimo de los nipones, especialmente ante las perspectivas del enfrentamiento contra España, vista como especialmente potente.
El empate en el arranque de la segunda mitad del partido tras el tanto de Ritsu Doan encendió la mecha y los aficionados comenzaron a inundar las redes con mensajes como "Japón va en serio".
El gol de la ventaja de Ao Tanaka que selló el pase a octavos de los "Samuráis azules" terminó de desatar la locura, en la que marca la segunda vez consecutiva que el conjunto supera la fase de grupos del Mundial tras Rusia 2018.
"¡¿En serio, Japón?!" fue tendencia en la red social Twitter, que se inundó de mensajes como "¡Japón es increíble! Ya no es un milagro, es habilidad, ¿no?" o "Me alegro de haberme despertado a las cuatro. ¡¡Nunca había estado tan feliz al ir al colegio!!".
El icónico cruce de Shibuya, en Tokio, fue cortado con motivo del partido y se efectuó un amplio despliegue de seguridad antes del fin del encuentro para evitar altercados.
Los aficionados que se habían desplazado a bares y restaurantes de la zona para ver el partido estallaron en júbilo y celebraciones a pesar de las horas tempranas.
"La primera mitad del partido fue difícil, pero los estuve apoyando, confiando en que cambiarían el juego", dijo a la cadena local NHK un estudiante universitario que se encontraba en la zona y se definió como "conmovido" tras dar la vuelta el partido.
Otro joven se congratuló de que Japón pudiera "marcar contra España, una potencia, jugando nuestro propio juego y aprovechando al máximo las oportunidades limitadas que tuvimos".
La afluencia de gente alrededor del cruce fue en aumento y varias horas después del partido aún había congestiones, según constataron los vídeos compartidos en redes y por las televisiones locales.
El júbilo también pudo oírse en los alrededores del estadio Saitama Arena, al noroeste de la capital, y en la ciudad de Nagasaki (sudoeste), tierra natal del seleccionador, Hajime Moriyasu, y el capitán del conjunto, Maya Yoshida, se organizó un visionado público en el que se congregaron más de 70 aficionados pese a las horas.
Como ocurriera tras la victoria de Japón ante Alemania en su partido inaugural, las redes volvieron a pedir hoy cómicamente la declaración de festivo nacional por la victoria, una campaña encabezada esta vez por la cuenta oficial japonesa de la FIFA World Cup, que incluso etiquetó al primer ministro, Fumio Kishida, en su llamamiento.
Kishida se sumó al envío de felicitaciones a la selección: "El entrenador Moriyasu y los jugadores estaban bajo mucha presión, pero lograron un gran resultado en el partido más importante de la temporada. Quisiera expresar mi mas sincero respeto por sus esfuerzos", escribió el mandatario en su perfil de Twitter.
El jefe de Gobierno nipón compartió posteriormente un breve vídeo durante una conversión telefónica con Moriyasu y dijo que está deseando que Japón "llegue a la final".