Bale, de 33 años, jugó su primer partido en un Mundial -el segundo que disputa Gales, 64 años después del primero- y niveló, de penalti, el tanto logrado por Tim Weah, hijo del mítico George Weah, a falta de diez minutos para el descanso. Un gol que supuso su cuadragésimo segundo en 109 partidos con su selección.
"Estábamos centrados en este partido, nada más. Ellos jugaron bien en la primera parte, así que nosotros tuvimos que cambiar un par de cosas en la segunda. Al final, es un buen punto", opinó el astro galés, ganador de cinco Ligas de Campeones con el Real Madrid, antes de ganar hace un mes el campeonato norteamericano (MLS) con el Los Ángeles FC.
"En el descanso tuvimos que hacer un par de trucos, nos tuvimos que reagrupar, que es lo que hacen los buenos equipos", apuntó.
"Estoy contento de haber tirado el penalti y de haber marcado, pero hubiese preferido los tres puntos", comentó Bale, que admitió que acabó el partido "cansado".
"Pero vamos a seguir hacia adelante, que es lo que tenemos que hacer por nuestro país", declaró Bale en el estadio Ahmad bin Ali de Al Rayyan después del encuentro que su selección empató (1-1) con Estados Unidos.