El fútbol fue cruel con el equipo francés, que atacó sin cesar pero sin la suficiente puntería, mientras que su rival se encomendó a capear el temporal a la espera de sus rápidas contras.
El Marsella, que necesitaba la victoria para seguir adelante en la Liga de Campeones, salió ambicioso a por el partido apoyado por su fiel afición y superando la presión alta que intentaba ejercer el Tottenham.
Y la primera ocasión llegó ya en el minuto 3, con el chileno Alexis Sánchez peinando un balón que se fue muy cerca del marco londinense.
Los locales sufrieron un duro golpe cuando su mejor central, el marfileño Eric Bailly, que forzó su recuperación tras una lesión en los isquiotibiales, se resintió y no pasó del minuto 8.
Pero el Marsella dominaba el encuentro y Sánchez de nuevo, con un disparo a la media vuelta en el área, forzó a Lloris a una buena intervención (18).
Ante la intensidad local, encabezada por un muy activo Guendouzi, al Tottenham no le duraba nada la pelota, con Perisic invisible y sin que Kane o Son tocaran apenas el balón.
El delantero surcoreano tuvo que dejar el terreno de juego por una conmoción tras un fuerte choque, lo que Conte aprovechó para reforzar su centro del campo con Bissouma en busca de algo de control.
Lloris, portero titular de la selección francesa campeona del mundo, volvió a lucirse ante un duro disparo cruzado de Veretout (m.33).
A partir de ahí, el resto de la primera mitad fue un asedio ininterrumpido del Marsella, cuyos jugadores prácticamente mordían en la presión y la recuperación. Los londinenses defendían con sus once hombres apretados en apenas una cuarta parte del campo.
Y el gol llegó en el minuto 47, cuando Mbemba, totalmente solo, remató impecable de cabeza a la salida de un córner. Conte, en la grada por sanción, miraba con gesto adusto cómo sus hombres eran superados en todas las facetas.
El primer disparo del Tottenham llegó justo antes del final del primer tiempo, desviado a córner por Pau López.
Conte agitó el banco tras el descanso, dando entrada al internacional brasileño Emerson en un nuevo intento de poder mantener y manejar la pelota.
Y el resultado llegó casi de inmediato, con Pau López quitando el balón casi de la bota de un Kane a punto de rematar a gol tras una contra fulgurante.
La mayor ambición de los Spurs se tradujo en el embate. Una falta lateral sacada por Perisic permitió a Lenglet, mal defendido, marcar de cabeza su primer tanto con el Tottenham.
El gol del equipo londinense frenó algo al Marsella, que siguió acosando la meta de Lloris aunque con menos precisión, mientras que los visitantes lo fiaban todo a los contraataques.
Höjbjerg pudo dar la puntilla al Marsella, pero el larguero rechazó su violento disparo (m.80), y poco después Perisic desvió un remate de Sánchez que se iba dentro.
Tudor, que había agitado el banquillo con tres cambios en el minuto 73, se jugó el todo por el todo cambiando a un centrocampista (el agotado Rongier) por un delantero, el colombiano Luis Suárez.
Dos ocasiones claras de Kolasinac y Tavares en los últimos minutos no fructificaron para desesperación de la ruidosa afición marsellesa.
Y con el Marsella volcado en busca del milagro imposible, Kane habilitó a Höjbjerg y éste marcó el gol de la victoria del Liverpool ya con el tiempo cumplido.
- Ficha técnica:
1 - Marsella: López; Clauss (Kaboré, 73), Mbemba, Bailly (Gigot, 8; Kolasinac, 73), Balerdi, Tavares; Rongier (Luis Suárez, 83), Veretout (Ünder, 73); Guendouzi, Sánchez y Harit.
2 - Tottenham: Lloris; Dier, Davies, Lenglet; Perisic, Betancur (Skipp, 84), Höjbjerg, Sessegnon (Emerson, 46); Son (Bissouma, 29), Kane y Lucas (Bryan Gil, 93).
Goles: 1-0, m.47+: Mbemba. 1-1, m.54: Lenglet. 1-2, m.95: Höjberg.
Árbitro: Szymon Marciniak (POL). Amonestó a Lenglet (57) y Höjbjerg (91), por el Tottenham.
Incidencias: Partido correspondiente a la última jornada del grupo D de la Liga de Campeones disputado en el estadio Vélodrome de Marsella. El Fondo Norte estaba vacío tras los incidentes del encuentro contra el Eintracht de Fráncfort. El técnico visitante, Antonio Conte, presenció el partido desde la grada por una sanción de la UEFA.