La Presidencia de la República lusa informó este domingo en un comunicado que Rebelo de Sousa envió "un mensaje de sentidas condolencias al presidente de la República de Indonesia, Joko Widodo, por la tragedia y numerosas víctimas registradas en el estadio de fútbol en Malang".
Por su parte, la Federación Portuguesa de Fútbol anunció en un comunicado que decreta un minuto de silencio en memoria de las víctimas "en todos los partidos de las competiciones" que organiza.
El presidente de la FPF, Fernando Gomes, añadió en el texto que los hechos le produjeron un "gran asombro y un sentimiento de profundo dolor, así como también de rechazo".
"Con gran tristeza lamento las dramáticas consecuencias de esta tragedia que resultó en la muerte de más de 170 simpatizantes, incluidos muchos niños", expresó, en referencia a una cifra que dieron las autoridades indonesias pero que redujeron horas después hasta los 125 tras una revisión.
El Oporto también envió sus "sentidas condolencias" a los afectados por la tragedia.
"El fútbol debería ser siempre 90 minutos de alegría", concluye la publicación divulgada en la cuenta de Twitter de los "dragones".
Los hechos ocurridos, que se cobraron la vida de al menos 125 personas y generaron más de 300 heridos, se consideran la segunda mayor tragedia de la historia del fútbol mundial.
Los disturbios se produjeron en la noche del sábado, cuando miles de aficionados del club Arema irrumpieron en la cancha tras una derrota 2-3 ante el Persebaya Surabaya en el estadio Kanjuruhan de la ciudad de Malang, en la provincia de Java Oriental, y chocaron contras las fuerzas de seguridad.
Ante la respuesta de los agentes de seguridad, que llegaron a usar gas lacrimógeno, se provocó una estampida.
Por ello, la mayoría de las víctimas sucumbió por razones de asfixia, traumas o pisoteados, según indicaron fuentes hospitalarias.
La Liga indonesia de fútbol ha sido suspendida y la Policía Nacional indonesia ha abierto una investigación sobre los hechos.