Semanas atrás, en una entrevista con Efe, el director deportivo de la Asociación Nacional del Fútbol Profesional (ANFP), Francis Cagigao, afirmó que los jóvenes tenían que "arrancar la camiseta de la selección" a los veteranos de una "generación dorada en declive porque estos "no se la iban a dar" de forma voluntaria.
Pero advirtió que estos deberían tener oportunidades para poder hacerlo, algo que a la vista de las alineaciones y los cambios del seleccionador argentino en los dos últimos choques está lejos de producirse, pese a que ni el juego ni el resultado de los veteranos fue el esperado.
"La Roja" perdió ante Marruecos (2-0) y empató con los anfitriones del mundial (2-2) con Nayael Mehssatou, el lateral izquierdo chileno-marroquí de 20 años, como titular en ambos duelos y único representante firme de la nueva hornada de talentos locales.
Aparte de Ben Brereton, de 23 años, y de Marcelino Nuñez (23), quien esta temporada dio el salto al fútbol europeo, el resto de los jóvenes convocados vieron la mayor parte de ambos partidos desde el banquillo o solo pudieron disfrutar del balón en los entrenamientos.
Llamativo es el caso de Darío Osorio, el centrocampista de la Universidad de Chile de 18 años que fue convocado con la absoluta pero terminó jugando con la sub-20 en la derrota frente a Inglaterra campeona del mundo de la categoría, y sentado en el banco de los suplentes durante el duelo con los cataríes.
JUGAR FUERA DE CHILE
"Es como si el mérito para entrar en la selección fuera jugar fuera de Chile, en Europa o en las ligas americanas que son más potentes", explica a Efe un representante de jugadores afincado en Chile, que prefiere no identificarse.
Desde la federación niegan estas acusaciones, insisten a Efe que la renovación es aún "el principal objetivo", pero reiteran que es un proceso lento, que necesita de trabajo para que los resultados comiencen a aparecer a medio y corto plazo, con la nueva selección sub23 y la Sub-20 como trampolines.
En este contexto, se esperaba que Berizzo diera al menos algunos minutos a hombres como Clemente Montes, delantero de 21 años con gran proyección de la Universidad Católica, en especial tras los problemas en ataque que frente a Marruecos evidenció un equipo, que parece carecer de suficiente pólvora.
Los puestos punteros parecen estar reservados para jugadores como Alexis Sánchez, que falló un penal frente a Catar, y para el propio Ben Brereton, el hombre designado a ser el sucesor de Iván Zamorano o Marcelo Salas, pero que no termina de despuntar y está aún a años luz de los grandes "nueve" chilenos.
Brereton, al igual que Mehssatou, nunca ha jugado en Chile, tiene un español regular y sus mérito fue despuntar en una competición tan exigente como la inglesa y en un equipo de gran tradición como el Blackburn Rovers.
MIRAR AL FUTURO
Antes que Montes, el "toto" Berizzo prefirió a Ángelo Henríquez, delantero de 28 años, antiguo jugador de la Universidad de Chile, que de joven pasó por Inglaterra y que ahora juega en el Miedź Legnica,
Y a Diego Valdés, atacante de 28 años del América de México, lo que en opinión de los expertos demuestra que el técnico argentino prioriza a jugadores con "experiencia frente a los jóvenes".
"Si el objetivo es regenerar la selección para el próximo mundial, no se puede confiar en hombres de 28 o 30 años, que cuando lleguen la cita estarán en el ocaso de su carrera", explica, por su parte, un técnico de divisiones inferiores de "la U".
"Si un chico de 20 o 21 empieza a entrar de forma regular en la selección, va a llegar al próximo mundial con 25 y 26, en la plenitud de su carrera. Esa debe ser la estrategia", agrega el entrenador, que igualmente prefiere no identificarse.
Quienes si tuvieron más oportunidades fueron otros dos jóvenes que apuntan alto, pero con diverso resultado.
Mientras que Diego Valencia, delantero de 22 años de la Universidad Católica, apenas disfrutó de 20 minutos al final del primer partido, cuando su equipo era una sombra que perseguía la pelota y el rival sin apenas generar jugadas.
Víctor Méndes, delantero del CSK de Moscú, aprovechó la media hora que tuvo frente a Catar para mostrar a Berizzo que tiene un aire distinto, personalidad y verticalidad, como se vio en la jugada en la que provocó e penalti que Alexis falló.