El encuentro que abrirá el próximo curso de la MLS se disputará el 25 de febrero de 2023 y supondrá el regreso del Galaxy al estadio que fue su hogar de 1996 a 2002.
Con capacidad para más de 90.000 espectadores, el Rose Bowl acogió la final del Mundial de 1994 en la que Brasil se impuso a Italia en los penaltis.
Conocido popularmente como "El tráfico", el duelo angelino entre el LAFC y el Galaxy se ha convertido en uno de los platos fuertes de la MLS y en un encuentro de apasionada rivalidad entre los dos equipos de la ciudad californiana.
Si llenaran el Rose Bowl, el Galaxy y el LAFC batirían el récord del mayor número de espectadores en un partido de la MLS, una marca que hasta ahora tiene el Charlotte-Galaxy de este mismo año con 74.479 personas.
"Contamos con una gran historia en el estadio más legendario de los EE.UU. y sabemos que este será un gran espectáculo para los aficionados al presentar una de las nuevas rivalidades más emocionantes del mundo en el escenario más grande de Los Ángeles", dijo este martes en un comunicado un "emocionado" Chris Klein, que es el presidente del Galaxy.
"Esta rivalidad, desde el primer día, ha brindado una energía y electricidad que, junto con momentos y recuerdos increíbles en la cancha, la ha establecido entre las más atractivas no solo en Los Ángeles sino en toda la MLS. Es lógico que ahora la llevemos a uno de los lugares más emblemáticos de todos los deportes", apuntó, por su parte, el copresidente del LAFC, Larry Freedman.
Al margen de lo que suceda la próxima temporada de la MLS, Galaxy y LAFC han seguido caminos muy diferentes en este curso que afronta estas semanas su recta final.
Así, el equipo de Chicharito va a tener que sudar hasta el final para poder entrar en los playoffs de la Conferencia Oeste mientras que el LAFC es el mejor conjunto de la MLS hasta el momento y depende de sí mismo para llevarse MLS Supporters' Shield, que premia a quien consiga más puntos en ambas conferencias.