"Llamadme por cosas positivas, divertidas, no por historias de familia que rozan la locura. Hablad directamente a la familia Pogba o al que lo proclama", reaccionó Aurier (exjugador del Villarreal y actual lateral del Nottingham Forest), en declaraciones a L'Équipe.
"Soy musulmán y rezo a Dios, no a la brujería", agregó el exjugador del PSG.
Mathias Pogba está encarcelado provisionalmente acusado de participar en un chantaje a su hermano Paul, al que habrían exigido, junto con otros cuatro amigos de infancia, 13 millones de euros a cambio de servicios de protección.
Según Mathias, quien defiende su inocencia, el actual jugador del Juventus de Turín habría echado un mal de ojo a Kylian Mbappé en un partido de octavos de final de la Liga de Campeones del 6 de marzo de 2019 entre el PSG y el Manchester United.
En ese choque, el PSG perdió 1-3 ante el Manchester United (equipo entonces de Paul Pogba) y resultó eliminado de la Liga de Campeones.
Alou Diarra, de 41 años y subcampeón mundial con Francia en 2006, dijo que no conoce personalmente a Paul Pogba y su entorno. "Ellos no son mi generación. Me sorprende mucho que ni nombre lo haya citado el hermano de Pogba", añadió.
En las nuevas acusaciones de este viernes, Mathias detalló que el brujo sería un allegado de Diarra y habría sido recomendado por Aurier. Para el hermano de Paul, el medio del Juventus tendría "envidia" de la meteórica carrera de Mbappé.
Paul Pogba ha negado haber encargado un mal de ojo contra Mbappé, aunque ha reconocido haber donado dinero a un hechicero que lo habría destinado a una asociación humanitaria.
Sobre este turbulento caso, la ministra de Deportes de Francia, Amélie Oudéa-Castéra, mostró, en declaraciones al canal BFMTV, su solidaridad hacia Paul Pogba y asumió su preocupación por "las malas influencias de los entornos de los futbolistas".
Oudéa-Castéra abogó por "hacer una limpieza" en el mundo del fútbol, en relación a casos como este, pero también al que afecta a la Federación Francesa de Fútbol (FFF), cuyo presidente, Noel Le Graet, habría enviado mensajes obscenos a tres subordinadas, según la revista So Foot.
La FFF está actualmente bajo una inspección precisamente ordenada por el Ministerio de Deportes.