Ni el cartel de víctima propiciatoria con el que arrancó la eliminatoria, dada su condición de equipo de la Segunda División, ni los casi 75.000 espectadores que llenaron el estadio olímpico de Berlín, intimidaron a un Hamburgo, que se mostró superior.
Sólo en los primeros compases del duelo parecieron algo intimidados los de Tim Walter lo que permitió al Hertha Berlín protagonizar alguna que otra peligrosa llegada, aunque sin acercarse realmente al gol.
Todo lo contrario que el Hamburgo, que a los 32 minutos dispuso de una gran oportunidad en las botas del delantero Robert Glatzel que obligó a lucirse al guardameta local, el danés Oliver Christensen, en un remate que pareció tocar previamente en la mano de un defensor.
Pero el colegiado tras revisar la imágenes no sólo no señaló la pena máxima, sino que sancionó una supuesta mano previa de un jugador del Hamburgo en el inicio de la acción.
Una oportunidad que pareció hacer creer definitivamente a los visitantes que ocho minutos más tarde, en el 40, volvieron a llevar el miedo a las gradas del Olímpico en un remate de cabeza de Glatzel que se estrelló en lateral de la red.
Si Robert Glatzel, máximo goleador del Hamburgo con 22 dianas, no acertó a introducir el balón en la portería, quien sí lo logró a los 44 minutos fue el atacante argelino del Hertha Ishak Belfodil, pero el tanto del norteafricano no llegó a subir al marcador, tras señalar el colegiado posición antirreglamentaria.
Una decisión en la que pareció quedarse anclado durante toda la segunda parte el conjunto local, que pese a la salida de un jugador de la talla del montenegrino Stevan Jovetic, se vio completamente superado por el Hamburgo en los segundos cuarenta y cinco minutos.
Superioridad que los visitantes lograron trasladar al marcador a los 57 minutos con el gol del neerlandés Ludovit Reis que sorprendió al portero del Hertha con un centro desde la banda izquierda que poco a poco fue envenenándose hasta convertirse en gol (0-1).
Un tanto que acabó por hundir a un Hertha Berlín que nunca pareció tener opción de igualar la contieda, todo lo contrario que el Hamburgo que dispuso de alguna que otra ocasión de sentenciar la contienda.
Pero el segundo tanto visitante no llegó lo que permitió al Hertha llegar con vida al encuentro de vuelta que se disputará el próximo lunes en el Volksparkstadion, donde el Hamburgo, todo un campeón de Europa, tratará de certificar su retorno a la máxima categoría del fútbol alemán cuatro años después.