Una ronda de penas máximas en la que el portero congoleño Brice Samba se convirtió en el gran protagonista tras detener tres lanzamientos de penalti.
Si Samba no pudo impedir en el tiempo reglamentario que el Sheffield United forzara la prórroga tras igualar el 1-2 logrado por el Nottingham en el choque de ida, gracias a los tantos de Morgan Gibbs-White y el escocés John Fleck en la segunda mitad, en el tiempo extra comenzó a agigantarse la figura del guardameta congoleño.
De hecho, Brice Samba permitió al Nottingham Forest llegar a la tanda de penaltis tras evitar, a falta de cinco minutos para la conclusión de la prórroga, el tercer tanto del Sheffield United con una impresionante parada con el pie a un remate desde el interior del área pequeña del francés Iliman Ndiaye.
Un anticipo de lo que ocurrió en la tanda de penaltis en al que Samba llevó al Nottingham Forest, doble campeón de Europa en los años 1979 y 1980, a la final de ascenso, en la que se medirá el 29 de mayo con el Huddersfield em Wembley, tras detener los lanzamientos de Oliver Norwood, del irlandés Conor Hourihane y de Morgan Gibbs-White..