El conjunto albiazul nunca había estado tantos años en la máxima categoría y pudo celebrar sus 100 años entre los mejores, pero la derrota cosechada ante el Levante por 3-1 le dejó sin opciones para jugárselo todo en la última jornada, después de haber estirado las posibilidades de permanencia.
El conjunto vasco entró por la puerta grande en el curso 2016-17, logrando el pase a la final de la Copa del Rey con el argentino Mauricio Pellegrino en el banquillo, que fue capaz de llevar a los albiazules a la novena posición.
Sin embargo, el banquillo babazorro ha sido uno de los más inestables de LaLiga en este tiempo. Por él han pasado 10 entrenadores en Primera División, síntoma de los problemas que tuvo él equipo desde el técnico argentino decidiera no continuar.
La temporada siguiente (2017-18) fueron cuatro los inquilinos de la caseta vitoriana, Luis Zubeldía, Javier Cabello, Gianni De Biasi y Abelardo Fernández, que logró enderezar el rumbo del equipo y finalizar el curso con tranquilidad en el puesto 14.
El asturiano logró mantener la dinámica y en la campaña 2018-19 con el récord de puntos en la historia del Glorioso en una primera vuelta, con un total de 32, lo que le sirvió para cerrar el año sin apreturas en el puesto 11.
Pero Abelardo no continuó y aterrizó Asier Garitano, que tuvo que lidiar con la pandemia de la Covid-19 y una temporada muy extraña.
Tras 34 jornadas, y con solo 4 por delante, el club decidió hacerse con los servicios de Juan Ramón López Muñiz que pudo lograr el objetivo de la salvación con tres puntos de ventaja.
Pablo Machín fue el elegido para coger la nave alavesista en la 2020-21, pero tras 18 jornadas y a un punto del descenso, Abelardo regresó a Vitoria.
Las cosas no salieron como se esperaba y el técnico decidió echarse a un lado tras 11 partidos en los que el equipo cayó a la última plaza a tres puntos de la salvación.
Javier Calleja pudo darle la vuelta a la situación en 9 partidos y el madrileño se quedó para empezar un nuevo proyecto que le costó arrancar esta campaña y acabó por enquistarse en diciembre.
Calleja fue destituido tras 18 jornadas con el equipo en descenso y sustituido por José Luis Mendilibar que no pudo mejorar sus números y en doce partidos dejó al equipo colista.
Julio Velázquez fue el último en llegar para intentar obrar un complicado milagro, pero no pudo emular sus hazañas en el fútbol portugués y el Alavés dijo adiós a Primera en el Ciutat de Valencia.