El tramo final del curso es una pesadilla para el conjunto de Ralf Rangnick, que se va a quedar sin cumplir ninguna de las expectativas que se había generado. Ni siquiera va a ser capaz de quedar entre los cuatro primeros de la Premier. Si tenía pocas opciones, al salir de Brighton ya son nulas.
No tuvo alma el conjunto 'red', que terminó desquiciado en la cita ante el cuadro de Graham Potter, que aún hace cálculos por si llega a tiempo a Europa.
El Manchester United se vio desarbolado desde el inicio. Su intento de cercar la meta de Robert Sánchez fue desordenado. El Brighton lo aprovechó para encontrar espacios y empezar a marcar.
Abrió el marcador al cuarto de hora, en un gran gol, el primero en la Premier, del ecuatoriano Mosíes Caicedo, que llegó al rechace de un tiro de Pascal Gross para ejecutar un tiro raso, desde fuera del área, que superó a David de Gea.
El segundo llegó al borde del descanso y terminó por hundir al cuadro de Rangnick. Lo firmó Marc Cucurella tras recibir un balón de Leandro Trossard. La sentencia fue a la hora de partido con otro pase de Trossard que recogió Pascal Gross para llevar la pelota a la red.
Dos minutos después llegó el cuarto, firmado por el propio Trossard, una pesadilla para los visitantes.
El Brighton levantó el pie del acelerador. El Manchester United no fue capaz de maquillar el marcador. Mucho menos de cuestionar la superioridad de su rival en momento alguno.
La Liga Europa o la Liga Conferencia es la aspiración que le queda al United para estar en una competición continental el próximo año. Un objetivo por el que aún suspira el Brighton, en racha, con pocas opciones reales pero sí matemáticas.