“La historia nos enseña que no es admisible atacar a otro porque piense diferente, tenga gustos diferentes o lleve una camiseta diferente. Es discriminación, es fascismo, no podemos permitirlo. Ni en la vida ni en el fútbol”, dijo el técnico argentino en una larga comparecencia sobre los incidentes de Niza-OM.
“Tuvimos miedo. Los hinchas rivales atacaron a nuestros jugadores y la seguridad permitió que esto pasara. Algunos jugadores y dirigentes del Niza no sólo no lo repudiaron, sino que lo aplaudieron. Entramos para defender a nuestros jugadores porque nadie los estaba defendiendo”, añadió Sampaoli.
“Lo que no entiendo es que llamen a los dos clubes, porque hay un solo club implicado, que es el Niza. El OM no tiene nada que ver con lo que ocurrió. Nada. Nada”, recalcó. “Los hechos acontecieron de una forma que están relacionados con una invasión en el campo de juego. Nosotros fuimos a jugar al fútbol (...) hasta que alguien decidió de manera personal que el partido terminase”.
El partido entre Niza y Marsella fue interrumpido el domingo después de 75 minutos, cuando una invasión de campo y una refriega general estalló en el césped, a raíz de que el marsellés Dimitri Payet sufriera el lanzamiento de varias botellas.
“Tengo niños, no me gusta que vean espectáculos de esta forma. El fútbol es un juego de mucha pasión, pero no más que eso. A esos niños Hay que pedirles perdón. Estamos obligados a hacer una sociedad mejor. Por eso quiero pedir a nuestra hinchada que no busquemos venganza con nadie y que se comporten como la hinchada que nunca deja de alentar a su equipo”, dijo Sampaoli. “Lo que realmente me importa es que esto no se vuelva a repetir”, zanjó el técnico argentino del Marsella.