Carlos Ángel Díaz, de 29 años, es el quinto interrogado en la causa, luego de que se tomara declaración a dos enfermeros, al superior de ambos y a una médica que oficiaba de coordinadora de atención.
Todos están siendo investigados por “homicidio simple con dolo eventual”, un delito castigado con entre 8 y 25 años de cárcel y que refiere a una persona que no modifica su accionar pese a saber que puede tener un desenlace fatal.
Díaz no formuló declaraciones a la prensa cuando ingresó a la Fiscalía de San Isidro, 25 km al norte de Buenos Aires hacia el mediodía, pero su defensa adelantó que presentará un escrito y responderá las preguntas de los fiscales, por lo que se estima que la audiencia demorará varias horas.
El lunes, la médica Nancy Forlini otra de las investigadas, rechazó responder las preguntas de la fiscalía y entregó un escrito en el que señaló al neurocirujano Leopoldo Luque y a la psiquiatra Agustina Cosachov como los principales responsables de la salud de Maradona.
Cosachov y Luque deben declarar en audiencias previstas hasta el 28 de junio.
Maradona murió el 25 de noviembre de 2020. Una junta de peritos médicos concluyó que el astro falleció debido una crisis cardiorrespiratoria luego de horas de agonizar en su lecho en una casa en un barrio privado de Buenos Aires adonde se reponía de una cirugía de cabeza por un hematoma y otras dolencias.
El informe concluyó que Maradona “fue abandonado a su suerte” y que el tratamiento médico que recibió “fue inadecuado, deficiente y temerario”.
Los enfermeros Ricardo Almirón y Dahiana Madrid declararon la semana pasada que tenían orden de no molestar ni despertar al paciente cuya historia clínica desconocían y al que sólo debían suministrar medicación psiquiátrica.
La casa alquilada donde se recuperaba el capitán del equipo campeón mundial en México-1986 no contaba ni con el equipamiento médico ni las comodidades necesarias para atender al paciente, confirmaron los indagados.
Las declaraciones se condicen con la del coordinador de enfermería Mariano Perroni y de la médica Forlini, encargada de la empresa de salud Swiss Medical para facilitar las prestaciones médicas domiciliarias.
Todos coincidieron en que los que ordenaban qué se debía hacer con Maradona eran el neurocirujano Luque y la psiquiatra Cosachov, los más comprometidos en la investigación.
Tras escuchar a los indagados, la Fiscalía elevará su conclusión al juez, quien puede sobreseerlos o elevar el caso a juicio.