Danny Welbeck, que consiguió un ’doblete’ el viernes ante Moldavia (4-0), vio una amarilla y está sancionado para el martes, mientras que Daniel Sturridge, que ha firmado cinco goles en cuatro partidos desde agosto, no podrá jugar por un problema en un muslo.
Son los últimos en sumarse a la lista de ausencias, donde ya estaban los lesionados Wayne Rooney y Andy Carroll. Darren Bent y Gabriel Agbonlahor, posibles alternativas, no fueron convocados por Roy Hodgson.
Antes de jugar un partido clave en el camino hacia Brasil, el seleccionador inglés debe afrontar ese desafío de encontrar un número 9 de garantías.
Jermain Defoe, que presenta los mejores números entre los delanteros disponibles (54 partidos como internacional, 19 tantos), se ha visto relegado a un papel secundario en el nuevo proyecto del Tottenham y Hodgson podría plantearse la opción de Rickie Lambert.
El atacante de Southampton, de 31 años, es un jugador “de la vieja escuela”, que va además bien por alto.
“Algunos consideraron que la inclusión de Lambert se debía únicamente a las bajas, pero la verdad es que está seleccionado porque lo merece. No tengo ninguna duda”, afirmó Hodgson.
Esta cuestión de los delanteros de la selección llega además en un momento especialmente controvertido por el debate que existe en Inglaterra ante el importante número de jugadores extranjeros, que para muchos impide a futbolistas ingleses disponer de los minutos necesarios para brillar y desarrollarse.
Hodgson, designado en el puesto poco antes de la Eurocopa-2012, presenta un balance favorable, con 11 victorias, siete empates y una derrota. En sus 19 partidos, el equipo sólo se ha quedado sin marcar en una ocasión, en el duelo de la eliminación ante Italia en el campeonato europeo, en los penales de los cuartos de final.
A pesar de ello, Inglaterra, que durante varios meses ha corrido tras Montenegro en su grupo de las eliminatorias, acaba de ponerse primero, pero sólo por diferencia de goles, con lo que la amenaza continúa ahí, a tres partidos para el final.
Además de Montenegro, también es una amenaza Ucrania, que va un punto por detrás, e incluso Polonia, cuarta a cinco puntos y con la que se enfrentará el 11 de octubre.
“No iremos allí (a Ucrania) a conseguir un empate. Los ucranianos tendrán que atacar y creo que eso puede beneficiarnos”, analizó el extremo Theo Walcott.
Los nueve goles marcados el viernes por Ucrania ante la débil San Marino son además un aviso para los ingleses, que esperan responder bien en el plano defensivo para evitar que las bajas del ataque se noten y pongan en riesgo la clasificación mundialista.