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En un infierno se convirtió el Libertadores de América para Libertad. El equipo paraguayo llegó ilusionado, tras el 1-0 en casa, con obtener el pase a la final de la Copa Sudamericana pero Independiente, el Diablo Rojo, fue su verdugo.
El arranque fue intenso, el equipo local no lo dejó salir a Libertad. Lo encerró en su campo, buscó por las bandas, pero la disciplina táctica del elenco paraguayo contuvo la furia roja.
Si bien logró salir del asedio local, el gol argentino llegó poco después del cuarto de hora. Previo a un lateral, la defensa repollera se quedó dormida; los de Avellaneda jugaron rápido y Antolín Alcaraz cometió una falta dentro del área.
Ezequiel Barco descolocó a Rodrigo Muñoz e hizo estallar al estadio a los 17’. Libertad quedó shockeado, movió la pelota e intentó atacar, perdió la pelota y el conjunto rojo volvió a golpear a los 18’.
Maximiliano Meza se metió con velocidad al área y envió el centro que fue conectado por Emmanuel Gigliotti quien se anticipó a la marca pasiva. Locura en Avellaneda.
De igual manera, Libertad se las arregló para llegar al descuento que en ese momento lo dejaba en la final de la Sudamericana. De balón detenido, y luego de tres cabezazos en el área, Ángel Cardozo Lucena clavó el frentazo a los 24’.
Si bien el conjunto gumarelo dejó de sufrir, el dominio rojo nunca desapareció. A los 31’, nuevamente Gigliotti se encargó de ampliar la ventaja y poner al Rojo como finalista.
Aunque otro gol repollero podría cambiar todo. Liberad salió decidido, creció en su fútbol, ganó terreno e incomodó al rival. El balón aéreo también fue una vía factible para arañar el descuento.
El espíritu guerrero de Antolín Alcaraz contagió a sus compañeros, se evidenció el predominio liberteño, así también lo entendió Ariel Holan quien movió sus piezas para evitar sorpresas. La última línea del equipo de Fernando Jubero comenzó a pararse en el sector medio.
Los minutos avanzaron, Independiente se defendió como pudo y se esperanzó en una genialidad de Barco que por poco no terminó adentro a los 82’. A Libertad le quedó vida con el resultado abierto. Nada estuvo escrito hasta que se escuchó el pitazo final del árbitro Roddy Zambrano.
Libertad desperdició dos chances claras sobre el final pero Independiente fue el vencedor. En una noche con cierre dramático, Libertad cayó ante el Diablo Rojo y se quedó a un gol de la final del torneo.