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Guaraní continúa liderando el torneo Clausura con tres puntos de ventaja sobre Cerro Porteño. El Aborigen ganó un partido complicado, por la dificultad del rival, el escenario y el desarrollo del juego, que incluyó un gol en contra de quien acabaría como figura. El Aurinegro comenzó ganando con el tanto de Alfio Oviedo, pero antes de finalizar la etapa inicial, una pelota rebotó en Marcos Cáceres y terminó en el fondo del arco de Gaspar Servio.
“Una victoria muy importante para nosotros porque teníamos que romper la racha de los partidos que no veníamos sumando como queríamos. Un poco de frustración al principio porque fueron un par de errores y un gol en contra. Gracias a Dios pudimos hacer el segundo para el desequilibrio”, manifestó Cáceres, quien arrancó la jugada que terminó en el segundo gol para encaminar la victoria 2-1 sobre el 12 de Octubre de Itauguá en el Luis Salinas.
“Me dejé llevar porque encontré el rebote y vi a Josué (Colmán) en uno de los costados. Apunté al espacio y acompañé la jugada. Sorprendentemente me cayó a mí el centro”, expresó el zaguero, que volvió a compartir, como en Cerro Porteño en años anteriores, equipo con el hermano Víctor Cáceres, quien ingresó en el segundo tiempo. “Para nosotros es una bendición, sobre todo por el parate largo de mi hermano. No tengo dudas que va aportar lo suyo a Guaraní”, puntualizó.
Por último, Cáceres reconoció que el título “todavía está distante” y que los partidos que restan, serán “durísimos”. “Sabemos que todos los partidos serán durísimos. Tendremos que proponer y estar atentos para no caer en errores o en sinsustancias que no nos conviene. Este es el camino, sobre todo por empuje, por juego, para poder lograr el tan ansiado título, que está distante todavía”, acabó el experimentado central de 35 años.