El 2018 del Legendario

Guaraní terminó celebrando el año que se está yendo con la primera Copa Paraguay; sin embargo, el camino no fue fácil y el 2018 fue más bien turbulento. Repasemos las distintas situaciones que fueron llevando al Indio hasta esta conclusión.

/pf/resources/images/abc-placeholder.png?d=2059

Cargando...

El 2017 había finalizado para Guaraní con la despedida de Daniel Garnero, quien había asumido en 2016 y fue campeón con el club del Apertura 2016. El argentino se fue rumbo al Olimpia luego de que se abonara la cláusula de rescisión y en aquella oportunidad el directivo Marcelo Pecci había advertido en conversación con la 730AM que “ahora se viene la decisión más difícil: nombrar un nuevo entrenador”, y cuánta razón tenían.

Otros que dejaron la institución fueron Alfredo Aguilar, Hernán Novick, Marcelo Palau y Hernán Rodrigo López. El histórico delantero cerró su ciclo en el Indio y decidió retornar a su país, mientras que el arquero pasó a Olimpia y los mediocampistas a Cerro. Estas salidas y los elegidos para reemplazarlos tendrían consecuencias en la temporada.

Así calificó el directivo Sebastián Sosa la contratación de Sebastián Saja, el ex arquero argentino que llegó al club sin experiencia ejerciendo como entrenador. “Guaraní es de apostar a procesos. Miramos la manera en que trabaja, la escuela que tiene, cómo fue como jugador, como persona. Lo estudiamos mucho. Sabemos que es una apuesta difícil”, reconoció Sosa días antes de confirmar a Saja.

En ese mercado de pases llegaron como refuerzos Gastón Guruceaga, Gino Guerrero, Ezequiel Videla, Pablo Velázquez y Gabriel Esparza, quienes estaban llamados a ser los pilares del nuevo equipo que formaría el argentino.

Saja comenzó con una derrota en Venezuela ante Carabobo (1-0) y, pese a que luego goleó a Sol de América (6-2) y al mismo Carabobo en la revancha (6-0 ), el Indio quedó eliminado en fase previa de Copa Libertadores ante Junior de Barranquilla y se fue hundiendo en el Apertura, donde incluso llegó a ser el equipo más goleado.

La tensión fue creciendo a medida que los resultados negativos se acumularon y, pese al inicial respaldo de la directiva, la derrota ante Santaní (2-0) terminó forzando la renuncia del DT. Saja comandó al aurinegro en 13 partidos en los cuales logró solo 4 victorias, 1 empate y 8 derrotas, según datos del periodista Rubén Darío Orué.

Tras la despedida asumió como interino Fernando Burgo. El español trabajaba en las Formativas y quedó a cargo del plantel principal mientras se buscaba un reemplazante. “Seguiremos hasta que nos digan”, comentó luego Burgo mientras las carpetas circulaban por el escritorio del presidente Juan Alberto Acosta.

Y se terminó quedando 11 fechas. Durante ese período continuó el Torneo Apertura, en el que el Indio empezó mal y siguió sin ser un protagonista relevante, como estaban acostumbrados sus hinchas a serlo en las últimas temporadas. Burgo apostó por el juego de posesión y consiguió un par de buenos resultados, mas no pudo consolidar a su equipo y la directiva contrató a Juan Manuel Azconzábal cerca del cierre del campeonato. Burgo cosechó 3 victorias, 4 empates y 4 derrotas.

Juan Manuel Azconzábal desembarcó en Dos Bocas como el entrenador que habían estado esperando. Tras la falta de experiencia de Saja y que Burgo no convenciera, el argentino que entrena desde el 2011 parecía ser la solución a todos los problemas, pero antes había que resolver un tema pendiente: los bajos rendimientos.

El mal primer semestre obligó a realizar un lavado de cara importante en el plantel. Fidencio Oviedo, Gino Guerrero, Wilson Pittoni, Ezequiel Videla, Gastón Guruceaga, Luis Neri Caballero, Marcelo Cañete y Julio César Cáceres dejaron la toldería y se sumaron Jorge Mendoza, Ignacio Don, Ismael Benegas, Lucas Passerini, Guillermo Benítez y Epifanio García, entre otros. Con nuevo DT y plantel renovado, la situación parecía mejorar e incluso los hinchas se mostraron ilusionados.

Azconzábal arrancó el Clausura con un triunfo ante Deportivo Capiatá (1-0) con gol de penal de Gamarra. Luego, se vino un 1-1 ante Cerro con el tanto de Robert Rojas. En la fecha tres, los aurinegros igualaron sin goles ante Independiente y en la cuarta fue nuevamente 1-1 ante Nacional con el único grito del Indio siendo el de Gamarra. A continuación se vio la primera caída por 3-0 ante Libertad, pero más allá del resultado algo fue quedando en evidencia: a Guaraní le costaba mucho hacer goles.

Con sensaciones agridulces andaba el hincha legendario por la falta de contundencia de su equipo y de resultados positivos, cuando Santiago Sosa, dirigente aurinegro, contó a la 730AM cuál era la nueva la realidad económica del club en este 2018.

Sosa explicó que el presupuesto mensual del club aquel 30 de agosto era de US$ 200.000. “El año pasado era US$ 360.000 y eso que ya habíamos hecho recortes”, dijo el directivo, lo cual permitió entender las salidas de jugadores importantes a comienzo de año y el porqué en el mercado de pases no llegaron los futbolistas que el hincha hubiese esperado. “El objetivo es vender, tener dinero, salvar los gastos operativos y trabajar con este presupuesto menor de ahora”, añadió Sosa.

Azconzábal recibió el respaldo del plantel para continuar, pero el crédito se le terminó al caer nuevamente ante General Díaz (3-1) y dejó la institución tras 12 encuentros. Logró 2 triunfos, empató en 5 y perdió en otros 5.

El ex Cerro y Luqueño tomó las riendas y, a decir de los propios jugadores, les devolvió la confianza que habían perdido con decisiones como devolver a Luis De la Cruz al lateral y a Jorge Morel al medio campo, puestos en los cuales se desempeñaron siempre pero donde no venían formando con Azconzábal.

El aire fresco benefició al plantel, que fue creciendo pese a un par de derrotas. Por ese entonces, el Clausura se polarizó entre Olimpia y el Ciclón, por lo cual el Indio empezó a apostar a la Copa Paraguay, donde había debutado de la mano de Azconzábal con 1-1 ante Tacuary pero avanzando en penales por 5-4 .

El Aborigen se mentalizó que esta Copa sería suya y volcó sus esfuerzos en ella, incluso perdió unos cuantos partidos en el torneo local, pero poco importó, ya que se clasificó a la final venciendo a Resistencia en penales.

Frente a más de 17.000 personas en Pedro Juan Caballero se vivió la primera final del nuevo torneo de la APF y, a pesar del favoritismo del bicampeón Olimpia, el Legendario se alzaría con la corona. En parte por ausencias importantes en el rival, pero en mayor medida por el inteligente planteamiento de Florentín y las ganas de sus futbolistas que necesitaban cerrar el 2018 con alguna alegría para su sufrida afición.

El último DT y las circunstancias de los torneos a su llegada terminaron siendo la fórmula perfecta para el aurinegro. Florentín logró recuperar la motivación de sus futbolistas y enfocarlos en la Copa para un cierre de año reconfortante. Florentín comandó al Indio en 15 partidos y fue el que obtuvo más triunfos (6), además de 7 empates y 5 derrotas.

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...