Gana sin convencer

Argentina debutó con un triunfo sin muchas luces en el Mundial de Brasil 2014. La albiceleste derrotó 2-1 a Bosnia en el Maracaná con poco fútbol y la aparición de su figura, Lionel Messi, para marcar el segundo.

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La Albiceleste se adelantó en el marcador con un autogol del defensa Sead Kolasinac (2) y Lionel Messi anotó el segundo de jugada personal (65), pero los bosnios redujeron a poco para el final, por medio de Vedad Ibisevic (84) y metieron el miedo a la hinchada argentina que se dio cita en el mítico estadio.

Con este triunfo, Argentina ha ganado en el inicio de los últimos seis mundiales y encamina su pase a la siguiente ronda en un grupo que integran además Nigeria e Irán, su próximo rival el sábado próximo en Belo Horizonte.

Como el resultado lo muestra, el partido no fue fácil para el equipo de Alejandro Sabella, que se vio enfrentado de igual a igual por una selección debutante en Copas del Mundo y tuvo que esperar para que su gran estrella se inspirase.

Y eso que para Argentina todo se simplificó desde el inicio con una acción fortuita: Sergio Agüero sufrió una falta en la izquierda, Messi pateó el centro al área y Marcos Rojo peinó la pelota que rebotó en la pierna de Kolasinak y se metió junto al palo del impotente Asmir Begovic.

Bosnia tuvo sus ocasiones para empatar en el primer tiempo, pero una genialidad de Messi en el complemento lo dejó casi sin esperanzas, a pesar de los cual siguió luchando y se llevó un gol de descuento de recompensa.

Pero el equipo de Sabella no se soltó con el gol, no hacía pie en el medio y los bosnios -debutantes absolutos en mundiales- comenzaron a merodear el área de Sergio Romero.

Antes del cuarto de hora tuvieron una ocasión clara para igualar en una pelota que Izet Hajrovic no pudo controlar bien cuando quedaba cara a cara con el arquero tras un gran pase en profundidad de Zvejezdan Misimovic.

A Sabella no le funcionaba su conservador 5-3-2, que había utilizado en un amistoso ante Bosnia en noviembre pasado que Argentina ganó 2-0, y por el que optó en lugar del más ofensivo con los ’Cuatro fantásticos’ en ataque liderados por Messi.

De su lado, el entrenador bosnio Safet Susic, que no pudo contar desde el inicio con Sejad Salihovic, salió con un 4-2-3-1 para pelear en el centro de la cancha sin hacer marca personal sobre la estrella del Barcelona.

Para dar una idea de lo que le costó llegar a Argentina en ese primer tiempo, el primer remate al arco, desviado, fue de Maxi Rodriguez a los 30 minutos, seguido dos minutos después por otro de Javier Mascherano que rechazó Begovic.

Higuaín y Gago a la cancha

Argentina no podía seguir así y Sabella metió mano en el entretiempo con los ingresos de Gonzalo Higuaín y Fernando Gago para armar un 4-4-2 más ofensivo y consistente en el mediocampo, ahora sí con los ’Cuatro fantásticos’.

La albiceleste ganó de inmediato volumen de juego y potencia ofensiva, y como los bosnios siguieron buscando, el partido de volvió un entretenido ida y vuelta.

Messi comenzó a armar desde atrás y se abrieron brechas, pero el ’Kun’ Agüero no estaba fino en la terminación de las jugadas y faltaba la puntada final.

Hasta que el genio argentino arrancó por la derecha, combinó con Higuaín y, tras dejar atrás a un hombre definió con un zurdazo espléndido que pegó en palo y se metió, su segundo gol en un Mundial tras aquel contra Serbia (6-0) en Alemania-2006.

Messi gritó el tanto con el puño apretado en el córner y con ese festejo fue todo un equipo el que se liberó atrás de su líder y tuvo sus mejores momentos.

Sin embargo, en un descuido a cinco minutos del final, el ingresado Ibisevic ganó las espaldas de la defensa y acortó distancias poniendo incertidumbre en el resultado.

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