Rakitskiy no figura en la lista renovada de 31 futbolistas internacionales que aparece en la página web de la federación ucraniana, aunque se desconoce si la exclusión es provisional o definitiva.
El seleccionador Andréi Shevchenko no ha hecho ningún comentario sobre el caso, pero la prensa local ya había aventurado que el jugador nunca más vestiría la camiseta nacional.
En cambio, sí aludió a este asunto Ruslán Rotan, seleccionador del equipo Sub'21, quien opinó que en estos momentos “el fútbol y la política están estrechamente vinculados” en Ucrania. “Ahora, a Yaroslav le será difícil ir convocado con la selección, pero creo que él entiende por qué y para qué lo hace”, dijo.
También fue criticado por Artiom Fedetski, capitán del Karpaty, que jugó con Rakitskiy con la selección, y que consideró “inadmisible” que el defensa fichara por un equipo ruso.
“Pase lo que pase, uno debe respetar a su pueblo, a su tierra y a su patria. No tengo palabras. Es una gran responsabilidad, ya que la llamada de Rakitskiy provocará críticas. Creo que (el seleccionador) Andréi Shevchenko lo tendrá muy difícil”, apuntó.
El asunto ha sido profusamente tratado por la prensa y la televisión ucraniana, donde el ánimo antirruso ha subido enteros en medio de la campaña de las presidenciales del 31 de marzo.
“¿Cómo puede un tipo que entonó el himno ucraniano, defendió los colores de Ucrania, posar con gesto de satisfacción con una camiseta donde está escrita la palabra 'Rusia'?”, comentó Dmitri Gordon, popular periodista ruso, en un programa de televisión.
Nada más hacerse pública su traspaso al Zenit, algunos medios, y aficionados en las redes sociales, recomendaron que Rakitskiy -54 veces internacional- nunca más sea convocado por la selección nacional y recordaron que nunca cantaba el himno nacional en los partidos internacionales.
Aunque algunos especialistas advirtieron que el nuevo jugador del Zenit es el mejor defensa de Ucrania y que el único perjudicado será la selección nacional. Uno de los pocos que salió en su defensa fue Oleg Salenko, máximo goleador del Mundial de 1994 y que, aunque su padre era ucraniano y jugó en el Dinamo Kiev, optó por la selección rusa.
“Ya han comenzado las maniobras políticas. Considero que la última palabra corresponde al seleccionador, pero Sheva (Shevchenko) calla por ahora. Y la federación es capaz de eso y más. Las elecciones presidenciales están a la vuelta de la esquina. Hay mucho ruido. Seguramente por lo del Zenit le excluyeron de la lista”, apunta.
Salenko pronostica que Rakitskiy no disputará la fase de clasificación para la Eurocopa, por lo menos en los primeros partidos. “A la federación no le conviene convocarlo. Aunque esto a mí no me gusta. Hay que juzgar al jugador exclusivamente por sus cualidades futbolísticas ¿Por qué le condenan? Hizo su elección. Marcharse a otro país. Qué importa, Inglaterra, España o América”, comentó.
El ya retirado futbolista ucraniano Alexandr Gorshkov, que también militó en el Zenit, pronosticó que el fichaje de Rakitskiy por el club patrocinado por Gazprom le convertirá en un “paria” en su país de origen.
“He pasado de un gran club a otro. (El técnico rumano Mircea) Lucescu me llamó hace unos días y me aseguró que el Zenit es un club de gran nivel”, comentó Rakitskiy tras su fichaje.
El segundo entrenador del Zenit, el ucraniano Anatoli Timoschuk, que también fue fichado por el Zenit cuando militaba en el Shakhtar, tuvo mucho que ver en el traspaso.
El Zenit, que ya intentó fichar a Rakitskiy hace varias temporadas, habría pagado unos 10 millones de euros por el jugador internacional. Rakitskiy, que disputó las Eurocopas de 2012 y 2016 con Ucrania, y el Shakhtar no han podido disputar partidos en su estadio desde mediados de 2014 debido al estallido de la guerra entre el Ejército y las milicias prorrusas en las regiones de Donetsk y Lugansk.