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Ahora, Argentina definirá al campeón el domingo en Río de Janeiro con Alemania, que el martes vapuleó 7-1 a Brasil. En una etapa inicial bastante aburrida, los equipos salieron a estudiarse y ninguno de los dos generó peligro.
La primera oportunidad fue un remate desviado de Wesley Sneijder a los 12 minutos. A los 14, un tiro libre de Lionel Messi fue bien contenido por Jasper Cillessen. A partir de allí no hubo demasiada emoción, con Argentina intentando y Holanda agazapada atrás y esperando el momento preciso para atacar.
Holanda mantuvo a Messi contenido en el primer tiempo, pero Argentina atacó con Ezequiel Lavezzi por un extremo y Enzo Pérez se destacó mostrando su despliegue habitual, una marca férrea y buenas proyecciones en ofensiva.
Pese a sus intentos, la albiceleste nunca pudo superar a la ordenada zaga naranja. El equipo holandés, por su parte, apostó al contraataque con Arjen Robben y Sneijder, pero solamente creó peligro buscando a Robin Van Persie por arriba.
Las cosas no variaron demasiado en el inicio de la segunda etapa del partido visto por unas 63.000 personas, salvo por el inicio de una copiosa lluvia. Holanda se paró unos metros más adelante en el terreno pero sin intenciones marcadas de atacar.
Las emociones escasearon y recién a los 81 minutos Marcos Rojo exigió a Cillessen con un remate de media distancia.
En el final, el entrenador argentino Alejandro Sabella buscó darle más profundidad al equipo con el ingreso de Rodrigo Palacio y Sergio Agüero por Pérez e Higuaín. Holanda apretó el acelerador al final, con Robben más movedizo que en el resto del encuentro y con una clara ocasión de gol cerca del final del tiempo reglamentario, pero Javier Mascherano salvó en un último esfuerzo.
Argentina estaba cada vez más apagada con el correr de los minutos, cediéndole el balón a Holanda y con Messi casi desconectado del juego por largos periodos y sin marcar por tercer partido seguido.
El público se dio cuenta y comenzó a corear el nombre de su ídolo, como implorando una genialidad que pusiera fin al cerrojo de la zaga naranja. Argentina finalmente se despertó en el segundo tiempo suplementario, cuando se vio lo más emocionante del encuentro. Los dos equipos estuvieron cerca de anotar pero no lo lograron.
Para Argentina anotaron: Messi, Garay, Agüero y Maxi Rodríguez.
Para Holanda convirtieron: Robben y Kuyt; malograron: Vlaar y Sneijder.