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La Albirroja, en el Mundial Galo, había pasado de fase casi sin sobresaltos. Empezó igualando frente a Bulgaria y España, en ambos cotejos, sin goles y en la última fecha del Grupo D, había vencido a Nigeria, por 3-1, accediendo a los cuartos de final. En esa etapa le esperaba nada menos que el conjunto local, Francia, que después sería el campeón al vencer a Brasil, 3-0, en la final.
El encuentro entre franceses y paraguayos se jugó el domingo 28 de junio, en el estadio Félix Bollaert de la ciudad de Lens, el árbitro fue Ali Mohamed Bujsaim de Emiratos Árabes Unidos y asistieron 38.000 personas. En los noventa minutos no se abrió el marcador y se tuvo que recurrir al alargue, que tendría una duración de dos tiempos de 15 minutos.
La primera etapa del alargue se fue sin goles. Los franceses no deseaban llegar a la definición desde los 12 pasos, teniendo en cuenta la fama de atajapenales del arquero José Luis Chilavert. Así arrancó la segunda etapa y los locales atacaban y atacaban y la defensa paraguaya seguía rechazando todos los balones, hasta que sobre los nueve minutos (114) un centro no fue alcanzado por Carlos Gamarra, apareciendo por detrás el defensor Laurent Blanc, marcando el tanto de un taponazo que dejó sin chances a Chilavert y que sirvió para dar el triunfo a Francia, por 1-0.
Así se produjo el primer gol de oro en los mundiales. Tiempo después, la FIFA y antes del siguiente Mundial de Corea – Japón del 2002, lo eliminó, por considerar que era muy injusto para la selección perdedora.