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La entonación del himno en la previa de la final de la Copa del Rey estuvo cargada de insultos y silbatinas por parte de los hinchas del Athletic Bilbao y el Barcelona.
Los finalistas, Barcelona y Athletic Bilbao, son de Catalunya y el País Vasco, respectivamente. El escenario, el Vicente Calderón, “casa” del Atlético de Madrid, situado en la capital de España.
Las diversas regiones que conforman el Reino de España, protagonizan desde hace un buen tiempo una gran rivalidad. El sentimiento ha llegado a casos en los que ciudadanos catalanes y vascos han declarado que no se consideran españoles, pidiendo incluso la separación del gobierno central y la creación de nuevos estados.
Tanto catalanes, como vascos no desaprovecharon la oportunidad para demostrar que la rivalidad sigue a flor de piel.
A la llegada de Soraya Sáenz, vicepresidenta, ministra de la Presidencia y portavoz del Gobierno de España, y el príncipe Felipe, los presentes en el estadio hicieron escuchar su repudio a los mismos.
Blaugranas y albirrojos comenzaron a gritar “Esperanza, hija de p...”, a manera de repudio Esperanza Aguirre, presidenta de la comunidad de Madrid, quien unos días antes había declarado su intención de suspender el partido para evitar abucheos contra el representante de la familia real.
Los organizadores debieron levantar al máximo el volumen de los altoparlantes del estadio al momento de la entonación del himno para que el mismo se pudiera escuchar por sobre las silbatinas y los gritos.