Los pupilos de Jürgen Klopp se inclinaron en el KCOM Stadium ante un Hull que ha mejorado notoriamente desde la llegada al banquillo del portugués Marco Silva. El concurrido mercado de traspasos navideño dio sus frutos en Hull, y dos de sus siete refuerzos invernales vieron portería este martes: Oumar Niasse, llegado procedente del Everton en calidad de cedido, y Alfred N'Diaye, prestado por el Villarreal.
En sus 10 partidos desde que comenzó el año, el Liverpool sólo ha ganado uno, frente al modesto Plymouth Argyle, de la cuarta división, en el desempate de la Copa de Inglaterra (0-1). El resto, cuatro empates y cinco derrotas, que le han obligado a decir adiós a dos competiciones -Copa de Inglaterra y Copa de la Liga- y que han puesto en peligro su puesto en Champions League. Ya aparecen las primeras voces discordantes en Anfield, que piden la cabeza de un Klopp que no consigue enderezar el rumbo en este 2017. Este sábado, pese a contar con el senegalés Sadio Mane, de regreso de la Copa de África, el Liverpool no dio muestras de mejora y no testó al guardameta Jakupovic en la primera mitad.
La única ocasión con ligero peligro la tuvo el capitán Jordan Henderson en las botas, pero el arquero suizo respondió seguro. N'Diaye adelantó a los 'Tigers' al filo del descanso (m.44), al empujar plácidamente al fondo de la red un balón muerto que dejó Mignolet.
La sentencia llegó a falta de seis minutos para la conclusión, cuando Niasse, que entró en el segundo tiempo por el uruguayo Abel Hernández, batió por segunda vez a Mignolet para acercar a los suyos a la salvación. Los hombres de Silva, con los tres puntos conseguidos hoy, se colocan decimoctavos, con 20, a sólo uno de la salvación, que la marca el Swansea -tiene un partido menos-, mientras que el Liverpool se mantiene cuarto, pero podría perder su condición de 'equipo de Champions' si el Manchester City derrota el domingo al Swansea en casa.