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“Yo jugué en Cerro Corá, Sportivo Luqueño y en Olimpia. También tuve una oferta de Portugal pero un defensor me rompió el hueso y se termino yendo otro compañero a Europa”, comenzó relatando Cipriano Romero, exfutbolista que no tuvo tanto éxito como su hermano el popular “Romerito” pero que sí vivió y protagonizó un par inolvidables anécdotas en nuestro fútbol que compartió en conversación con el Cardinal Deportivo.
“De Luqueño pasé a Olimpia y un día mi hermano me dijo ‘No puede ser que papá nomás haya salido campeón en Luque, vamos si que a Luque a ganar’ y me convenció. Le agradecí a Osvaldo Domínguez Dibb por el tiempo que jugué en el franjeado y me dijo que mientras él siga como presidente del Olimpia el Sportivo Luqueño nunca iba a salir campeón, me dijo eso para que me quede, pero yo ya estaba decidido a irme a Luque”, continuó Romero.
“Ya jugando para Luqueño llegó un partido contra Olimpia y al salir al campo le llevábamos a los niños de Julio en nuestro brazos y la hinchada del rival le gritaban de todo y le decían que su señora era un p…. Me calenté mucho por lo que estaban diciendo de la señora de mi hermano, pero Julio me dijo que me tranquilizara. Después me enojé aún más porque mi sobrino me preguntó porque la gente de Olimpia decía eso de su mamá, no sabía que responderle”, recordó Cipriano.
“El partido arrancó y después del primer gol de Olimpia más fuerte cantaban contra su señora. Mi hermano seguía nomás tranquilo, no le hacía caso pero cuando yo marqué el empate vinimos al medio campo y como seguían cantando me cansé, fui corriendo, me bajé el shortcito y pelé culo a la hinchada, así nomás”, relató el entrevistado.
El exjugador aclaró que el festejo “no fue contra los olimpistas, fue contra la hinchada, ellos estaban con los cánticos ofensivos. El partido después terminamos 2-1 y les ganamos con diez hombres”.
“Al día siguiente fue un kilombo: salió en todos los diarios mi culo, justo hacia donde fui a festejar había un fotógrafo y fue primer plano eso”, contó entre risas el exgoleador. “Un hincha del Tottenham me mandó una camiseta con una carta felicitándome porque en su vida había visto algo tan original. Hasta ahora tengo la camiseta”, comentó.
“Fui un mal ejemplo, el primero en hacerlo. Después en el 93 un jugador de Racing ante Independiente hizo lo mismo y también unos hinchas del Tottenham en su cancha”, contó Romero.
“Me suspendieron cinco partidos y perdimos el campeonato por mi culpa, porque era el goleador y me perdí las semifinales. También quisieron suspender más pero yo sabía algunas cosas de la Liga Paraguaya asi que terminó ahí nomás”, finalizó el entrevistado.