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La tarde había caído sobre Asunción. En Barrio Obrero desde tempranas horas se sentía el ambiente festivo que genera un partido de fútbol. Es que uno de los equipos de la zona tenía un importante compromiso.
Cerro Porteño afrontaba su partido por la cuarta fecha de la fase de grupos de la Copa Libertadores de América.
El Ciclón recibía en su casa al O’Higgins chileno con la misión de sumar de a tres una vez más en su casa y acariciar la clasificación a los octavos de final de la competencia.
Ambos rivales se habían visto las cartas una semana atrás en tierras chilena en un partido que terminó empatado 2-2.
No hubo tiempo para demasiados trámites dentro del campo de juego.
Es que apenas había iniciado el compromiso y Cerro ya estaba rondando el arco del equipo chileno.
Apenas se había completado el minuto de juego cuando Daniel Güiza recibió un pase. El español intentó rematar pero lo quedó largo y cedió para Matías Corujo que pateó con fuerza.
El potente tiro se terminó estrellando contra el travesaño cuando más de uno ya comenzaba a gritar.
Pero el rebote volvió a quedar en los pies de Güiza que definió de gran manera para desatar la alegría azulgrana. Con apenas un minuto de juego, el partido ya estaba 1-0.
Cerro mantuvo la vertiginosidad de su juego durante varios minutos y consiguió poner en muchos aprietos a la defensa rival.
Cinco minutos después, Güiza metió un precioso pase para que Ángel Romero encarara al arco.
Una vez dentro del área, Romero terminó cayendo como consecuencia de una falta y el árbitro no dudó. Era penal para el Ciclón.
Como es habitual, el encargado de la definición desde los 12 pasos fue Julio Dos Santos.
El 10 azulgrana dio muestra una vez más de los nervios de acero que posee para patear de gran manera y vencer la resistencia de Paulo Garcés que se tiró bien pero no alcanzó.
En apenas seis minutos, el cuadro paraguayo ya estaba arriba 2-0. La fiesta era total en las gradas.
Mientras algunos hinchas seguían abrazados y otros estaban volviendo a sus asientos tras el grito del segundo gol, llegaría el momento para el cuadro chileno.
El árbitro cobró un penal a favor del cuadro trasandino. Calandria se encargaría de trocar la pena máxima por gol para poner el 2-1 para el “Capo de Provincia”.
Desde ese momento, los chilenos comenzarían a crecer de manera paulatina sobre el campo de juego. El equipo celeste encontró la clave para cerrarle los caminos al Ciclón que no conseguía avanzar de la mediacancha.
El técnico ordenó marca directa de Fuentes sobre Dos Santos. Una vez anulado el director del fútbol cerrista, a los locales se les hacía muy difícil generar nuevas ocasiones de gol.
Los chilenos tenían el balón pero tampoco consiguieron crear demasiado peligro para la diferencia azulgrana.
De hecho, el primer tiempo llegaría a su fin con el marcador favorable para los de Barrio Obrero.
En la complementaria, Cerro encontró en Rodolfo Gamarra su arma más peligrosa para la defensa rival. El 9 había ingresado en reemplazo de un Daniel Güiza que dio muestras en el primer tiempo de no estar en su plenitud tras la lesión que lo había marginado del juego de la semana anterior.
O’Higgins salió a presionar y creó numerosas jugadas en las que el buen trabajo de Roberto Fernández y sus defensores se encargaron de que no pasara a mayores.
Durante los 15 minutos finales, el dominio chileno fue casi monopólico para generar un sinfín de ocasiones. La más clara quizás aquella que ya en tiempo de adición salvó sobre la línea de gol Fidencio Oviedo.
Cerro Porteño consiguió una importante victoria ante el O’Higgins chileno. El Ciclón sumó los seis puntos que disputó hasta ahora en condición de local y quedó como único líder de su grupo, pensando ya en la cercanía de una clasificación a octavos.
Fotos: Andrés Cristaldo, ABC Color.