Cargando...
Miguel Romero, jefe del cuerpo médico de la selección paraguaya, fue el encargado de redactar el informe en el que se explicaban los motivos por los cuáles se decidió desconvocar al defensor central del Tijuana, Pablo Aguilar.
El médico fue uno de los dos que compareció ante la prensa en horas de la tarde de este miércoles en el Centro de Alto Rendimiento (Carde) de Ypané.
“Pablo Aguilar es portador de una patología que afecta el nivel de plaquetas en el torrente sanguíneo. El riesgo es bastante importante por cualquier traumatismo que pueda sufrir”, así comenzó explicando Romero la situación del central durante la conferencia de prensa.
Romero manifestó que el jugador viene siendo evaluado por varios especialistas y siguiendo tratamientos para intentar superar esa situación. Tratamientos que -según el galeno- fueron cambiados debido a la falta de resultados.
El profesional de blanco puntualizó que es el cuerpo médico del Tijuana el que lidera el tratamiento al que es sometido el jugador y que desde la Albirroja actúan como acompañantes.
“En esta última convocatoria ellos habían enviado un resumen en el cual se mostraban preocupados por la falta de resultados”, expresó Romero para luego agregar que ante esta situación se acordó que el cuerpo médico albirrojo sometería a Aguilar a una serie de estudios para evaluar su estado.
“El informe del especialista recomendaba evitar cualquier actividad de contacto físico por el riesgo. Nosotros hicimos una reunión con el atleta y decidimos precautelar su salud. Ante todo la integridad del atleta es lo que a nosotros nos importa”, aseveró.
Negó que la decisión haya tenido como trasfondo el miedo a que el jugador pudiera ser sometido a algún examen antidoping, pues afirmó que el manejo de medicamentos controlados puede ser solicitado ante la FIFA con una nota en tiempo y forma.
Reconoció que el jugador viene jugando desde hace tiempo con niveles bajos de plaquetas, pero aseguró que en ocasiones anteriores no se habían tenido informes médicos desalentadores. Agregó que ante la falta de resultados de los tratamientos se llegó a plantear incluso la necesidad de recurrir a uno más invasivo.
Ante la consulta de si la vida del jugador podría correr riesgo en caso de que siguiera jugando en la situación actual, Romero manifestó: “Es categórico, por eso nosotros lo que recomendamos al club es que vaya a un centro de mayor capacidad de especialización en el que se puedan determinar los elementos que producen estos efectos”.