BERLÍN. En una reunión en la sede de la DFB en Fráncfort, Niersbach aseguró que no tiene “nada que reprocharse”, pero que cesaba del cargo por “responsabilidad política”.
“Estuve ahí desde el primer día de la licitación para el Mundial de la FIFA de 2006 y recorrí todo el camino hasta el final de un ’cuento de verano’, trabajando a lo largo de todos estos años de manera limpia, digna de confianza y correcta”, añadió el hasta ahora patrón del fútbol germano.
“En las áreas que me asignaron, márketing, medios de comunicación, acreditaciones y organización del evento, puedo decir con una clara consciencia de que personalmente me comporté de manera irreprochable”, añadió este antiguo periodista de 64 años.
Los vicepresidentes de la DFB, Reinhard Rauball y Rainer Kochm, se harán cargo del organismo, informó la Federación.
El anuncio de la dimisión de Niersbach se produjo durante una audiencia con los responsables de las 16 asociaciones regionales que forman la DFB y ante los que el hasta ahora presidente tenía que dar explicaciones por un caso que ha azotado al fútbol alemán desde mediados de octubre.
A la cabeza de esta potente federación, que cuenta con 6,9 millones de afiliados, en la que fue escalando todos los escalafones, Niersbach ha acabado por ser víctima del escándalo de corrupción que afecta al proceso de elección, en 2000, de Alemania como sede del Mundial-2006, de tan buen recuerdo para los germanos que recuerdan aquel evento como “un cuento de verano”.
En el centro del caso, desvelado por la revista Der Spiegel, están los 6,7 millones de euros que según Niersbach fueron transferidos a la FIFA en 2002, para asegurarse una subvención -170 millones de euros para la organización del Mundial 2006-, por el patrón de Adidas en la época, Robert Louis-Dreyfus.
El pasado 22 de octubre, fecha de la publicación de la información del Der Spiegel, Niersbach dio una conferencia de prensa improvisada, en la que se mostró errático, dando unas explicaciones inverosímiles.
El caso tomó una nuevo cariz la semana pasada, cuando fueron registradas la sede de la DFB y los domicilios de Niersbach y del expresidente Theo Zwanziger, así como del exsecretario general de la Federación Horst Schmidt. Todos ellos están acusados de fraude fiscal y la fiscalía anunció que no podía perseguirles por corrupción al estar prescritos los supuestos delitos.
Niersbach formaba parte del Comité de Organización del Mundial-2006, presidido por el exastro del fútbol alemán Franz Beckenbauer.
La FIFA rechazó la explicación ofrecida por Niersbach para explicar la transferencia de esos 6,7 millones de euros, mientras que Beckenbauer admitió “un error”, aunque descartó que esa cantidad sirviese para “comprar votos”.
El predecesor en la DFB, Theo Zwanziger, no ha parado en las últimas semanas de lanzar acusaciones contra Niersbach y el propio ’Kaiser’.
Con Niersbach fuera de los focos, todas las miradas se centrarán ahora en Beckenbauer, que tampoco ha sabido dar hasta ahora explicaciones convincentes.
Con su renuncia, Niersbach pierde cualquier opción de sustituir en la presidencia de la UEFA a Michel Platini, que también se encuentra afectado por el escándalo de corrupción que afecta a la FIFA.
Pese a todo, Niersbach ha contado hasta el final con el apoyo del seleccionador Joachim Löw, que le ha calificado este lunes de “hombre y presidente fantástico” que lo dio “todo por el fútbol”.