El derbi bogotano, que en la ida quedó 0-0, se disputará en el estadio El Campín de la capital colombiana. Los embajadores, que oficiarán de locales, ensayarían una fórmula reclamada por los aficionados para clasificar a cuartos.
Ante la falta de fútbol que solo les ha permitido ganar uno de los últimos nueve partidos entre torneos locales y Sudamericana, Miguel Ángel Russo tendría como alternativa hacer coincidir en la cancha en algún momento a sus dos volantes creativos. Cristian Marrugo seguirá oficiando como conductor, mientras que en caso de entrar el recuperado David Mackalister Silva se dividiría entre labores defensivas y ofensivas como volante mixto.
Juan Guillermo Domínguez, como cabeza de área, se encargará nuevamente de mantener el equilibrio en la mitad del campo. Por ello también pondría desde el inicio a sus atacantes de mayor peso: Ayron del Valle, el paraguayo Roberto Ovelar y el argentino Gabriel Hauche.
Enfrente, los rojos de Bogotá viven un presente similar al de su archirrival, que en diciembre les ganó el campeonato colombiano. Por fuera de los puestos de clasificación en liga, los del uruguayo Guillermo Sanguinetti cayeron eliminados por el Once Caldas en cuartos de final de la Copa nacional.
Es tan parecida su coyuntura con la de Millonarios, que las críticas y elogios contra ambos pasan por su falta de fútbol ofensivo. Pero los cardenales tienen una desventaja adicional: su plantilla es una enfermería. Por lesiones, desde hace semanas perdieron a su capitán Leandro Castellanos, al funcional Juan David Valencia, al central José Moya y a los laterales Nicolás Gil y Leyvin Balanta.
Para el clásico están confirmadas las presencias del recuperado central Javier López y de su hombre más peligroso: el goleador Wilson Morelo, ausente en el juego de ida por sanción. El árbitro brasileño Raphael Claus dirigirá el encuentro, acompañado en las líneas de sus compatriotas Fabricio Vilarinho y Alessandro Rocha.