“Kokorin y Mamáev se proponen firmar una solicitud en la que pedirán que les dejan entrenar cuando les trasladen a una celda normal”, dijo hoy Iván Mélnikov, secretario de la comisión que vela por los derechos de los presos en Moscú, a la prensa local.
Explicó que en la prisión de Butirka hay un gimnasio, pero tendrán que pagar 400 rublos (un poco más de 50 euros) a la hora por mantenerse en forma y ducharse. Según las reglas de la cárcel, los presos sólo pueden pasear una hora al día en el patio y ducharse una vez a la semana.
Ambos futbolistas, que podrían ver rescindidos sus contratos con sus clubes, fueron trasladados el viernes al famoso centro de detención Butirka, donde estuvieron encerrados famosos disidentes soviéticos.
En principio, Kokorin y Mamáev deberán permanecer en Butirka hasta el 8 de diciembre, aunque sus abogados han adelantado que recurrirán su encarcelamiento con el argumento de que tienen hijos pequeños.
Kokorin y Mamáev han sido encerrados en virtud de la parte 2 del artículo 213 (gamberrismo) y 116 (agresión) del código penal, lo que puede acarrearles penas de hasta siete años de cárcel.